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Manipulación, chantaje, manejo, amenazas, difamación, poder,
distorsión… son muy accesibles hoy a la prensa, según Eco. "Me inspiré en
un personaje real, Mino Peccorelli, que durante los años 60 y 70 tenía una
agencia de noticias en Italia, cuya circulación era limitadísima, pero llegaba
a las mesas de los ministros y diputados. En él se lanzaba sospechas, y era tan
peligroso que lo mataron en 1979, por este pequeño pseudo-boletín que servía
como instrumento de chantaje".
"El poder de influir no es sobre el público, sino sobre
las altas esferas. El verdadero chantaje no llega cuando yo digo a mucha gente
que usted ha robado, sino cuando se lo cuento solamente a dos y ya está. Es
poner una noticia en la mesa de la persona importante y sugerir que se podría
contar más".