¿Qué debe hacer la
Universidad para formar emprendedores?
Tres misiones: Abrirles a
la nueva mentalidad, Informarles y Acompañarles.
A.- Nueva Mentalidad
1.- Inculcarles un valor: Iniciativa, proyectos, compromisos.
Que no esperen que se lo den todo hecho. Hacerles autónomos.
El Mundo ha cambiado: hoy no se genera riqueza igual que hace 15 años: es online…
2.- Madurarles. Sacarles del cascarón. Darles un golpe de
realidad. Enfrentarles con el mundo real productivo. Hacerles ver que su
trabajo, su vida profesional, no es un juego.
El trabajo obliga a sumir riesgos.
“No risk, no profit”. Las iniciativas requieren y exigen aportar energías,
inversiones, esfuerzos y renunciar a otros planes personales.
3.- Responsabilizarles de su futuro. Que construyan activamente su crecimiento,
en vez de confiar pasivamente en que todo vendrá solo y sin buscarlo.
Advierte Manuel García Morente: “nos
han hecho creer que la historia [el
avance, el progreso] se hace sola; que obedece a leyes inmanentes de desarrollo
(…) y que al fin y al cabo los hombres no tienen por qué preocuparse” (El ideal universitario, 1937).
B.- Informarles.
1.- Descubrirles que su estudio, su educación, está suponiendo un coste a los ciudadanos, del que
deben responder. Que no hay nada gratis: que la sociedad asume pagar por su
formación, para que después ellos se la devuelvan, invirtiéndola y retornándola
como contraprestación de lo que recibieron.
Des
satanizar la figura y el rol de
empresario. Quitar el horror social y el miedo al creador de empresas. Dejar de
verle como un explotador capitalista, para pasar a verle como un creador de
empleo.
2.- Orientarles para que aprendan a vencer las barreras burocráticas:
Desde cómo abrir una S.L., o cómo facturar como un freelance, cómo lograr
una subvención, cómo conseguir un crédito bancario o un inversor.
3.- Abrirles
opciones.
Descubrirles las herramientas para desarrollar su profesión. Una de ellas, no
la menor, es su capacidad de emprender, de asumir retos.
Enseñarles a exprimir económicamente, a monetarizar, a rentabilizar, sus actividades y destrezas que
poseen, y que pueden ofertar a un mercado que las demanda.
C.- Acompañarles
1.- Seguirles hasta que
sepan desenvolverse solos. Aconsejarles, atenderles, apoyarles
Mostrar casos prácticos y cercanos de éxitos, modelos de
emprendedores próximos e imitables (“Si éste lo ha conseguido… ¿por qué no lo
voy a lograr yo también?”)
2.- Ofertar prácticas:
juegos de rol con inversiones hipotéticas de cantidades fingidas.
Profesores con experiencia y know how de emprender, de crear
empresas.
Generar becas,
subvenciones o descuentos por ser emprendedores.
3.- Que el dinero
vaya él al talento: que los inversores busquen promesas en la
universidad, que es donde están. Llevar a los inversores y empresarios a las
aulas, al campus.
No hay comentarios:
Publicar un comentario