27 junio 2013

DISCURSO GRADUACIÓN

Espero decir unas palabras memorables y eternas… pero por duraderas y perpetuas¡no por interminables! - Lo bueno, si breve, dos veces bueno.

Obviaré repetir aquí lo que es evidente:

· Que ésta Complutense tuya y mía es nuestra Alma Mater, la que te abrió a la luz del saber.

· Que esto no es un final, sino un principio: porque nunca dejarás de ser universitario, estudioso enamorado por la Ciencia y el saber.

· Que tu riqueza está en tu capacidad de comunicar: pues hay mucha más grandeza en dar, que en recibir.

· Que aquí nos tendrás siempre a tus profesores, pues -como dice la mía- “Madre se es hasta que se muere, y tú no dejarás nunca de ser hijo mío”. Igual nosotros: siempre seremos Profesores tuyos.

Diré sólo cinco cosas:

· Primero, felicitaros. Enhorabuena. Sois los mejores. En este momento no hay nada ni nadie mejor que vosotros. El valor de un país es el saber y la energía de sus jóvenes, como vosotros.

· Segundo, daros las gracias. Por habernos demostrado vuestra paciencia, tesón, constancia, esfuerzo, exigencia, sacrificio y entrega, que habéis derrochado, hasta llegar aquí. Muchas gracias.

· Tercero, pediros perdón. Por nuestros descuidos, errores, fallos, equivocaciones y torpezas, que seguro que las ha habido. Somos humanos. Errare humanum est.

· Cuarto, daros todo el ánimo. Estáis en vuestro mejor momento: máximo de potencia, tope de productividad. Ahora es cuando más os cunde el tiempo: aprovechadlo.

· Quinto y último, sugeriros un consejo. ¿Recordáis el chiste del hombre que va al Psiquiatra? ¿Qué le pasa a usted? Nada, manías de mi mujer: es que me gustan mucho las tortillas de patatas. Pues eso no es algo malo: a mí también me gustan mucho. ¿A, sí? Pues venga usted a mi casa, que tengo ARMARIOS Y ARMARIOS LLENOS!
- El fin de las tortillas de patatas, no es atesorarlas, ni amontonarlas: es comérselas.

No confundas medios con fines. En el trabajo, sólo puedes hacer una de estas dos cosas: O servir a los demás, o servirte de los demás. Es lo que diferencia a un jefe que te potencia, de uno que te exprime. Si él apuesta por ti -persona-, o si él apuesta por tu producción -trabajo-.

Nunca antepongas el dinero, a las personas. Si adoras el dinero, serás el tío Gilito del Pato Donald, con tu almacén repleto de monedas. ¡Atesora amigos, que es lo que verdaderamente te engrandece, te eleva, te enriquece!

El trabajo es medio, no fin. Estrújalo, aprovéchalo. No le des culto: sólo sácale fruto. En cambio, cada persona es un fin en sí misma. Es todo un mundo. Respétalos a todos y trátalos a cada uno, como quisieras que te trataran siempre a ti.
Conclusión: Tu familia, va lo primero; tu empresa, ha de ir después.

Tu valor, lo mide tu agenda, tu Network: quién se parte la cara por ti, quién te ayuda siempre, quiénes se pegan por ayudarte incondicionalmente. Ése es tu mayor tesoro.

Pena compartida, es media pena. Alegría compartida, es doble alegría. El saber que tú te callas, se apolilla y se oxida. El saber que tú compartes y comunicas, se desarrolla más en ti y se afianza, lo posees mejor y es más tuyo, porque sabes enseñarlo. “Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos”.  (Mi coterráneo Miguel de Unamuno)

Win to win: busca relaciones donde puedan ganar ambos, sin aprovecharse nadie del otro.
Fun to fun: comunica todo tan grande, tan bello, tan luminoso y tan divertido, que todo el que lo vea se sienta animado a difundírtelo, a publicártelo, a anunciártelo, a exportártelo…

Haz todo tu trabajo tan bien, tan útil, tan enriquecedor, tan elevado, tan digno, tan superador, que todo el que lo vea se convierta en tu fan incondicional, en tu hincha más fiel, en tu divulgador indiscutible, en tu más seguro difusor. Éste es mi consejo. ¡Muchas gracias!

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