Para lograr un buen puesto de trabajo, no basta estar libre. Hay que encontrarlo, y hay que ganarlo. No es suficiente con disponer de los estudios, requisitos y condiciones previas. Los puestos no se los llevan los mejores, sino aquellos que primero llegan, los linces, los espabilados, los resueltos, los comunicativos, los convincentes, los ágiles y expeditivos: los más preparados. Pregunta a cualquier profesional, y te lo confirmará.
Por eso conviene aclarar que el trabajo no se busca sólo al terminar la carrera. Tu preparación no termina al salir de la universidad. Toda la vida es un continuo esfuerzo por lograr un puesto siempre, hasta la jubilación. No basta hoy con tener o ser. Hay que poder mostrar y convencer: comunicar. Es necesario disponer de instrumentos preparados y siempre actuales (cv, network…), para poder presentarlos de inmediato.
No debes permitir que se adormezcan tus logros. Busca un rato siempre para ponerte al día, para actualizar tu curriculum y para repasar y perfeccionar lo que el trabajo ordinario no te permita. Has de ser tu encargado de cuidar tu imagen, tu propio asesor laboral, tu encargado de buscar ofertas de empleo y tu propio caza talentos.
Tu proyecto profesional debe incluir un Plan de formación permanente: Congresos y reuniones, Foros, Especialización, Asociaciones, Lecturas, Colegiarte, Network, Puntos flacos, Proyectos, Agencias de Head Hunters, Accesos internacionales, Postgrado, Concursos, Idiomas, Información, Mercado profesional, Destrezas y capacidades, Carrera profesional, Salidas, Actualización, Submercados, Líderes, Estilo, Publicar, Aparecer, Entrevistas, Ofertas, Mentores, Consejos, Plan previsto, Objetivos y metas, Apariencia y tu aspecto, Argot profesional, Bolsas de empleo y responder al Perfil buscado. Puedes consultarlo aquí.
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