Hay una gran diferencia
entre dos currículos: uno con iniciativa (y, por lo tanto, con responsabilidad,
decisión, integridad) y otro apocado e inseguro, pasivo e incompetente, sin brío
ni coraje.
A parte de haber
estudiado una carrera, resulta tan importante o más haberse atrevido a salir
fuera del propio país, haber ayudado en una ONG, haber emprendido un plan o una
idea…
Eso demuestra una clara
evidencia de ser una persona con capacidad de asumir riesgos, de contagiar empuje,
de liderar un equipo o de reforzarlo y de asumir decisiones.
Siempre existe algo que
nos diferencia de los demás: experiencia personal, dinámica profesional, entereza
de valores, ansia de superarnos, afán de batir metas, etc.
Ese es tu valor
diferencial. Descúbrelo y véndelo en las entrevistas. Ah, y por supuesto, demuestra
tu propia visión y opiniones, tus criterios y tus ideales. Eso marca la diferencia.
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