Cibercultura

¿Qué es la cibercultura? El poder actual de nuestras TIC -Tecnologías de la Información y la Comunicación- amplifica de modo extraordinario el poder de la mente humana y materializa en realidades nuestras ideas y proyectos. Rafael Fernández Calvo define Cibercultura como el “conjunto de valores, conocimientos, creencias y experiencias generadas por la comunidad internáutica a lo largo de la historia de la Red. Al principio era una cultura elitista; más tarde, con la popularización de Internet, la cibercultura se ha ido haciendo cada vez más parecida a la cultura a secas, aunque conserva algunas de sus peculiaridades originales”.

Se trata de un conocimiento virtual, sin reducirlo tan sólo a cualquier pensamiento volcado en el medio digital o soporte informático en que se expresa. Constituye una reflexión viva, creciente, participada, compartida, libre y general, a la que todos aportamos nuestra visión. Wikipedia e hipertexto lo definen con sus notas: conexión ilimitada, entrelazamiento colectivo, colaboración plena, unión con referencias, amplitud total y mundialización absoluta, globalización universal.

Como opina Emilio Figueredo: “Es decir, que ya no se concibe la expresión de las ideas de manera lineal, sin más. Ahora se requiere que los textos abran puertas a otros textos, en el que los autores se convierten en generadores permanentes de hilos de Ariadna, que conducen a sitios relacionados en los que se encuentran otros hilos que seguirán abriendo rutas, en ese aparentemente inagotable laberinto que es Internet”.

La cibercultura es un patrimonio planetario, la esencia de nuestro tiempo. Ofrece el más poderoso vehículo para generar inteligencia colectiva: las ideas nacen en los cinco continentes y la Red las entrelaza constantemente entre sí, originando más propuestas, que a su vez potencian nuevas ocurrencias, ensanchando el pensamiento compartido como producto de la interactividad que facilita la Red. Internet se convierte en un movimiento social en el que la naturaleza de las relaciones deja de ser jerárquica, para convertirse en transversales y formar parte de un sistema de intercambio de informaciones, para realizar una tarea en común, como es la cultura universal.