El código Da Vinci: Una novela mala, una peli peor, un éxito seguro

Iván Reguera ofrece su opinión en Cine Digital, archivado en Bodrios. "El código Da Vinci es una buena adaptación de la novela de Dan Brown porque ha captado su espíritu: La peli es tan pésima como la novela. En su día abandoné El código Da Vinci en la página 30 por ser un despropósito infantil, barato y efectista. En el fondo la versión cine de El código Da Vinci es sencillamente una inmensa campaña de marketing".

"En los próximos días veremos trenes forrados con el cartel del bodorrio, paradas de bus forradas con Hanks y la Monalisa, discos, libros y videojuegos inspirados en la peli, tazas, camisetas, caramelos y calconcillos con la iconografía pergeñada para el acontecimiento publicitario del año. ¿Y el cine? ¿A quién coño le importa? El film es aburrido, reiterativo, verbal, caótico, mal interpretado, ridículo, está patéticamente rodado y llega hasta a insultar la inteligencia de ese pobrecito espectador que se dejó engañar por la pésima novela de Dan Brown".

"Lo del malo de esta película no tiene nombre. No he visto en años algo tan torpe como el personaje interpretado (como puede, el hombre) por Paul Bettany, el malísimo, casi sobrenaturalmente villano Silas, una mezcla entre el malo de La amenaza fantasma y un dinosaurio de Parque Jurásico. Es muy difícil escribir peor unos personajes. En general el guión, del negado Akiva Goldsman, es una conjunción de idioteces y cosas mal hechas tremenda. Qué tiempos aquello en los que hacían pelis sobre libros prohibidos como El nombre de la rosa, con un magnífico guión de Andrew Birkin basado en la realmente documentada novela de Umberto Eco".

"Es una pena. Tengo que reconocer que la novelilla, a pesar de ser una idiotez basada en sucios y pobres acertijos, adivinanzas y juegos de palabras, tiene dos o tres buenas ideas de historia-ficción aisladas que valdrían para la base argumental de una peli aventurera y llena de adrenalina, buenos y malos, persecuciones y efectos especiales tipo Indiana Jones. Me huelo que al comprar los millonarios derechos literarios, en el contrato se estipuló que la peli debería ser fiel a la “obra” de Dan Brown. De ahí el histórico bodriamen fílmico".

"Eso sí, lo que más me jode es haber escuchado a más de uno eso de "Si El código Da Vinci ha llevado a la gente a los libros, chapó por El códico Da Vinci". O sea: Gracias Luis Cobos por haber acercado a la gente a la música. ¡Venga ya!"