Albert Montagut (Barcelona, 1957) es uno de esos periodistas de renombre dentro de la profesión. Ha sido corresponsal en Washington para El País y ha trabajado para otras cabeceras como El Mundo y El Periódico de Catalunya. Hasta hace un año, Albert dirigía el periódico gratuito ADN que cesó su actividad en diciembre de 2011 debido a la caída de ingresos publicitarios. Ahora acaba de publicar su nuevo libro titulado Newpaper (Deusto) en el que analiza las "crisis" que están atravesando las empresas informativas desde la llegada de Internet.
¿Podrías resumir los temas que aborda Newpaper?
Es un libro que tiene tres partes. La primera es una
cronología muy exacta sobre la llegada de Internet a los periódicos españoles y su evolución durante estos 17
años. Por otro lado, Newpaper intenta explicar la crisis del periodismo
en España que, para mí, no es solo económica sino que también es de tres tipos: es una crisis política, de falta de reporterismo y tecnológica.
Estas tres crisis han sido tapadas por la económica, por lo que muchos periodistas, y
muchos editores, creen que los periódicos de papel continuarán
hacia adelante una vez superen la recesión. Yo tengo dudas de que eso se consiga si no intentamos arreglar las
tres anteriores, es decir, debemos despolitizar los medios, hacerlos más
cercanos al lector y conseguir que la convergencia print-online sea mucho más correcta
de lo que ha sido hasta ahora.
¿Quiénes
participan en el libro?
En Newpaper participan
30 personas que han sido líderes en la prensa española
en estos últimos años como son: Juan Luis Cebrián, Pedro J. Ramírez, Antonio
Franco, Antic y también gente del mundo online como Juan Varela y Gumersindo
Lafuente.
El reporterismo posiblemente sea el género periodístico más puro. ¿Por qué crees que los grandes medios han dejado este estilo de lado?
Porque los
periódicos se han politizado hasta tal extremo que las crónicas que afectan al
ciudadano han perdido valor. En los periódicos el foco ha ido más hacía el
reportero político. La política ha copado las primeras páginas y es muy difícil
que el reportero de vieja usanza, lo que era un "sabueso" en
información, ha empezado a desaparecer. El reporterismo se ha reducido en
espacio. No hay enviados especiales. Además, la crisis económica ha provocado
que el gasto para que los periodistas se desplacen se haya reducido, pero
también el interés de los editores y los redactores jefe está más centrado en
el tema político y no en el humano. Lamentablemente, esto es un mal que no
afecta a un sólo periódico, sino a varios.
Decía Juan Varela que uno de los grandes problemas de los periódicos es que son prácticamente iguales tanto en estilo como en diseño.
Todas las portadas
son parecidas pero los titulares o los enfoques son diferentes según los
intereses políticos de cada medio. No hay reportajes exclusivos y
divertidos en los periódicos. Y cuando los directores los tienen
no se atreven a publicarlos. No se atreven a poner información que realmente puede interesar al
ciudadano y quitar espacio a lo que le interesa al político. Por lo
tanto, en términos generales, creo que no me equivoco al afirmar que los medios hacen periodismo para los políticos en vez de para los ciudadanos.
Comentabas en una entrevista en Periodista Digital que según te bajaste del avión en Heathrow (Londres) supiste el resultado de las elecciones en Estados Unidos en una de las pantallas del
aeropuerto.
En cuanto me bajé del avión supe quien había ganado las elecciones, sí.
¿Podríamos entonces afirmar que los breaking news se han convertido en un contenido abundante y qué, por ello, carecen de valor económico?
Tienen valor si
puedes acompañarlo con lecturas más allá del tema. Yo leí que había ganado
Obama pero tenía interés por saber que había pasado en Ohio y el breaking news
no me lo decía. Eso lo tuve que leer después. Entonces, es ese "después" en el que los editores y periodistas tienen que pensar en los
ciudadanos, por lo que tenemos que darle algo que les interese; y ese plus de interés,
es un plus de trabajo e inversión. Pero muchos periódicos han perdido
la posibilidad de ofrecer este tipo de contenido porque han reducido estructuras y han
recortado plantillas, por lo que estamos en un bucle negativo para medios, periodistas y ciudadanos.
¿Crees qué lo periódicos deben dejar de lado el debate sobre si cobrar por el contenido o no y, por ejemplo, empezar a buscar nuevas vías de financiación?
No, es un debate que existirá siempre. Habrá quien cobrará por los contenidos y conseguirá tener gente gracias a su
cabecera de prestigio, mientras que existirán webs que harán periodismo con pocos medios y podrán tener un éxito extraordinario.
¿Qué deben
hacer las grandes cabeceras?
Las grandes
cabeceras tienen que cobrar. No tiene ningún sentido pensar en una gran
cabecera con una redacción de 300 tíos elabore información para que nadie
la pague. Por ello, me da la sensación de que habrá nuevas cabeceras, algunas
gratuitas y otras no, y quedarán algunas de las que conocemos que habrán sobrevivido a la crisis. Esas grandes cabeceras serán de pago. El tema
es saber qué mecanismos deben utilizar las empresas para evitar que el lector que haya
pagado por un contendido lo comparta gratuitamente con millones de
lectores.
Antes hemos hablado de las cosas que han hecho mal los medios en España. ¿Hay algo que hayan hecho bien?
Pues mira, aparecer después de la dictadura con ganas de tener nuevos medios democráticos. El
panorama de la prensa en España es amplio y eso es bueno. Si hablamos de periódicos
estatales, todos han nacido después del franquismo. Que tengamos prensa más
variada es ya de por sí un éxito, aunque debería ser más rigurosa y estar más
distante del poder político.
Me refería en cuanto a la adaptación al mundo digital.
Bueno, en el libro
se abordan los errores. El principal error es que Internet llegó hace 17 años
y todavía hay medios que no saben qué hacer con su edición online. En
estos 17 años, los periódicos han perdido mucho dinero por no entender qué era Internet y por no hacer la fusión adecuadamente.
Vamos, que lo
han hecho todo mal.
Lo han hecho mal,
sí. Ahora, te diría que lo han hecho mal todos los periódicos del mundo no solo los
españoles. El New York Times tiene la mejor web del mundo a día de hoy pero lleva años
peleando por ello. Mientras que la crisis de reporterismo y política es
exclusiva de la prensa española, la tecnológica y la económica es global.
¿Qué medio
crees que está adaptándose mejor a la era digital?
El mejor de todos
es el New York Times. Lo está haciendo muy bien pero después de años yendo a
la deriva.
¿Y en España?
En España El Mundo
intenta hacerlo bien, aunque El País ha mejorado mucho. Sin embargo, falta
recorrido.
¿Crees que los
directivos actuales están preparados para liderar el cambio o dependerá de las nuevas generaciones?
Los grandes
editores están encima de este tema, ya que entienden bien lo que es la información y
la comunicación. Creo que si te alcanza la edad para navegar, trabajar y
enviar mails; entiendes Internet. Recuerdo que cuando llegaron los primeros
ordenadores había algunos que aún trabajaban con la máquina
de escribir. A día de hoy, los periodistas que no están utilizando las redes sociales serían aquellos que escribían a máquina y estos no están llamados a dirigir el cambio. Pero yo
creo que una mayoría entiende la herramienta.
¿Vale un periodista hoy, en términos económicos, su número de seguidores en Twitter?
No, esto es una
frase que no es correcta. Creo que esto lo dijo Sindo Lafuente y, aunque
estoy muy de acuerdo con muchas de las cosas que dice, y le apreció mucho a
nivel personal y profesional, no comparto esta idea porque creo que hay
periodistas muy influyentes que no están en Twitter. Ahora, sí que detrás de la
frase hay una filosofía muy clara y es que el periodista tiene que
utilizar las redes sociales como apoyo.
¿Por qué cerró ADN?
ADN cerró porque
la cuenta de resultados no era positiva y la información tiene que ser un
negocio rentable. La crisis publicitaria provocó una caída en las tarifas e hizo que el periódico fuera económicamente inviable. Con un criterio empresarial correcto se optó por el cierre del periódico y fue una decisión correcta, aunque me supo mal.
¿Qué
falló?
En el caso de ADN
fue la crisis económica porque la edición en Colombia está funcionando como un
trueno. Allí no hay crisis publicitaria y tienen una cuenta de resultados
saneada desde hace tres años.
¿Qué harías si acabaras
hoy la carrera?
En la facultad
habría hecho una licenciatura en lo que más me hubiera gustado: economía, filosofía o políticas, por ejemplo, y también habría estudiado periodismo. Luego haría un posgrado para especializarme, habría aprendido inglés durante esos años y viajado lo máximo posible.
Mucha gente que lee este blog se
encuentra a punto de terminar la carrera de periodismo. ¿Qué les aconsejarías?
Les diría que han
hecho bien en elegir la carrera si se sienten con vocación periodística. En
segundo lugar, que no se asusten en encontrar un trabajo porque a mí también me costó mucho conseguir mi primer empleo. El mercado laboral es duro pero siempre habrá alguien que tendrá acceso a los medios.
A ese alguien le aconsejo que no sea un simple informador y que no se dedique
simplemente a transmitir la información que le llega.
@aspallargas
@aspallargas