22 agosto 2010

Me escribe una antigua alumna...

¡Hola, Pedro!

Soy Teresa Aliseda: fui alumna tuya en varias asignaturas y también me echaste un cable gordo con la tesina. Te escribía porque hace poco me pasé por tu blog y me llamó la atención un post que escribiste titulado ¿qué hago sin trabajo?

Me identifique muchísimo con las cosas que comentas, porque reflejan bastante la situación por la que yo estoy pasando ahora. Llevo casi cuatro años trabajando en una web sobre información deportiva. Al principio, cogí el trabajo con ilusión pese a que las condiciones no eran muy boyantes (contrato de autónomos, sueldo mileurista, etc.), pero para empezar no era un mal puesto. Además, estaba harta de los contratos de becaria y necesitaba pasar al siguiente escalón. La otra ventaja es que la página es un referente entre los medios del sector.

El problema ha surgido con el paso del tiempo. Parte de la plantilla (somos menos de veinte personas) pasamos de autónomos a ser externos contratados una productora, mientras que los otros seis fueron contratados como empleados de la empresa matriz, que es la dueña del medio. Lo que en principio parecía una mejora, acabó convirtiéndose en una merma de nuestros derechos y en una discriminación entre empleados de la empresa y los externos. Ya no sólo por la diferencia de sueldos y horarios, sino también a la hora de repartir el trabajo diario de la Web: los “marrones” van para los externos. Por supuesto, nuestra empresa hace oídos sordos (trabajamos en la sede central) y cuando les hemos pedido alguna reivindicación (por ejemplo, comemos en menos tiempo del que nos corresponde, sin recibir ningún tipo de compensación), la respuesta siempre es la misma: Si no te gusta, vete.

Pero, claro, ¿qué hago yo, si lo dejo, sin trabajo? Si las circunstancias macroeconómicas fueran otras, ya me habría aventurado a dejar el puesto. El problema es que las ofertas laborales son muy reducidas, por no decir que casi inexistentes, y no se puede vivir del aire. Soy de fuera de la ciudad y el paro me daría más bien para poco.

A nivel anímico, he pasado ya por todas las fases: tristeza, indiferencia, mal humor, pasividad en el trabajo…Al final, he optado por seguir la corriente, lo que hoy en mi página web significa reír las gracias y esforzarme en hacer las cosas lo mejor que puedo. No sólo por la satisfacción personal, sino también porque “fichar” por alguna otra empresa es la única opción que tengo para aspirar a mejoraren la mía.

Patético, ¿verdad? No entiendo la mentalidad empresarial de este país. Tienes gente joven competente, con ganas de hacer cosas y lo único que haces es machacarles.

Además de las crónicas de actualidad que escribo a diario, también redacto temas innovadores y de otros países. Es muy complicado escribir exclusivas en la página porque apenas salimos a cubrir actos, lo que te limita el contacto con las fuentes. Aún así, me esfuerzo por pensar temas nuevos y en general, con mucho esfuerzo, van saliendo cosas.

Perdona que te haya incordiado un rato con mis problemas pero como te comenté antes, me identifiqué con tu post. Yo también mantengo el contacto con muchos ex compañeros de facultad y me da pena ver cómo van cayendo. Es decir, cómo van perdiendo la ilusión por la profesión y optan por buscar curro en otros sitios. En fin…

Hay una cosa que me hace gracia. Constantemente oigo que el periodismo se está denigrando en parte por las nuevas generaciones, no se confirman fuentes; sólo se copia y pega, etc. Y yo me pregunto ¿No son más responsable las empresas que los propios trabajadores de ese descrédito? ¿No es eso lo que están provocando con la sobreexplotación y maltrato a sus empleados?

Ya te digo que éstas son algunas de mis reflexiones en mi corta vida profesional. Pese a todo lo malo de esta profesión, yo me ilusiono cada vez que consigo publicar un tema.

Bueno, Pedro no te molesto más. Espero que disfrutes de tu aventura por EE UU. Muchas gracias por tu tiempo. Para cualquier cosa en la que te pueda ayudar, ya sabes cómo localizarme. Un abrazo.

MI RESPUESTA:

Teresa, eres un sol, una campeona.
Déjame que te felicite encarecidamente.
A pesar de haberte tragado todo, no te has rendido
Sigues a tope: eso es lo fundamental.
La ancianidad no la da el calendario, sino el envejecimiento de las neuronas.
Y tu cerebro está más fresco que el de una cría de 16 años.
Eso es el mayor tesoro que tienes. Cuídalo al máximo.
Así que adelante, luchando hasta el final.
Nada de tirar la toalla: ¡antes muerta que vencida!
Peor lo tenía Colón, y llegó hasta América.

¿SOLUCIÓN?
Plan estratégico. Hazlo conmigo aquí mismo.
Párate y piensa. Coge un folio y escribe:

PRIMERO. Sueños. ¿Qué es lo que a ti más te gusta? ¿Qué es lo que mejor se te da? ¿Qué te gustaría conseguir? ¿En qué quieres ser tú la mejor del mundo? ¿Qué tarea te hace disfrutar más, y te importa un comino si te pagan o si no te pagan, con tal de ejecutarla?

SEGUNDO. Vías. La pólvora ya está descubierta: no hace falta que la inventes. Pues tu afán, lo mismo. Busca: ¿quién, qué, dónde, cuándo y cómo están los gurús y las obras maestras de ese ámbito que es mi afán en la vida y mi aspiración máxima? ¡A por ellos! Contacta, cartéate con ellos, chatea, congenia, súbete a su chepa, mételes las manos en sus bolsillos, saca de ellos todo lo que puedas.

TERCERO. Euros. No se vive del aire. Hace falta dinero. El peor trabajo, es el paro. Mantén los pies en el suelo. Conserva el empleo menos malo que tengas, mientras puedas. Saca de ahí tu subsistencia, y guarda bien tus energías, sin quemarte ni agotarte, para poder volcarlas luego, al salir de tu curro, en lo que a ti verdaderamente te interesa.

CUARTO. Calendario. Marca tus objetivos. Sepáralos entre los de corto, medio o largo plazo. Distingue entre los objetivos inmediatos y alcanzables directamente, y los objetivos últimos y finales. Pon fecha a cada meta, y lánzate a por ellos.

QUINTO. Sensei. Ten un orientador o entrenador, un coach o manager, un Mister o guía, consejero o instructor. Consúltale tus planes, y deja que él te exija y anime.

SEXTO. Equipo. Ayúdales y te ayudarán. Compartir lo intelectual no es trocear, como lo material: es enriquecer aumentar, crecer y multiplicar.

SEPTIMO. Ponte ya mismo manos a la obra. Olvídate de sueldos, contratos y nombramientos. Hazlo. Produce. Crea. Avanza. Colabora. Métete en el mundillo. Publica lo que hagas, aunque sea gratis… si hace falta. Pero una vez que demuestres que estás dispuesta a lo que sea, te ficharán, se te rifarán, te querrán, te pedirán que te incorpores a su grupo, porque eres un referente indiscutible, una colaboradora imprescindible y una crack.

Por ahora, ya tienes ahí algo que hacer. Sigo a tus órdenes. Un abrazo.

14 agosto 2010

¿Ves imposibles? ¡Pero si sólo son retos!

A la entrada del estadio de mi Universidad en USA, hay un escudo de madera. Tiene escrito un mensaje en letras metálicas, a la vista de todo el que entra. Te lo copio aquí, porque me parece harto interesante y representativo de la cultura deportiva de esta gente. Se titula “vencedores o perdedores”.

Becoming a winner is no baby’s work, but becoming a loser is something anyone can do. Have you ever thought that what is the difference between a Winner and a Loser? No? Then, I am going to tell you the difference in some simple points.

Winner vs. Losers

1. A winner is always a part of the answer, a loser is always a part of the problem.
2. The winner always has the program, the loser always has an excuse.
3. The winner says, “Let me do it for you”; The loser says, “That is not my job”.
4. The winner sees an answer to every problem. The Loser sees a problem for every answer.
5. The winner says, “It may be difficult but is possible”; The Loser says, “It may be possible but is too difficult”.
6. When a winner makes a mistake he says, “I was Wrong”; When a Loser makes a mistake he says, “It wasn’t my fault”.
7. A winner makes commitments. A loser makes promises.
8. Winners have dreams. Losers have schemes.
9. Winners say, “I must do something”. Losers say, “Something must be done.”
10. Winners are part of the team. Losers are apart from the team.
11. Winners see the plain. Losers see the pain.
12. Winners see possibilities. Losers see problems.
13. Winners see the potential. Losers see the past.
14. Winners choose what they say. Losers say what they choose.
15. Winners use hard arguments but soft words. Losers use soft arguments but hard words.
16. Winners make it happen. Losers let it happen.
17. Winners plan and prepare to win. The keyword is preparation. Losers always plan and prepare to copy the winners.
18. Winners stand firm on values but compromise on petty things; Losers stand on petty things put compromise on values.
19. Winners are like thermostat; Losers are like thermometers.
20. Winners believe in winning. Losers believe for them to win someone has to lose.

12 agosto 2010

Exprimir la vida

Siempre se puede aprender más. Ayer descubrí algo estupendo. Estaba en el lema de un Colegio Público, del Bronx más profundo. Estaba pegado en la pared. Aquí te lo copio: “Learn from your past, live your present and plan your future”.

Eso sí que es optimismo, visión positiva, ánimo y motivación. Me ha encantado. La explicación es estupenda: Be taught from yesterday, live for today, hope for tomorrow. Remember your past without regrets, live your present with confidence and plan your future without fears! Don't let the past steal your present. Look ahead, that is where your future lies.

Escarmienta de tu pasado, actúa en el presente y prevén tu futuro. Know your past. Act in the present. Protect your future. Orden = eficacia.