¿Puedes creerlo?

Spain is different. Y si no, que se lo pregunten al Rector. Es sabido que en nuestra Facultad pasa de todo. ¿Sólo de todo? ¡Más aún! Periodismo no defrauda. ‘Complutense numquam satis’. De nosotros, nunca se dirá lo suficiente. Poco queda ya que pueda sorprendernos. Superamos con creces todos los sueños. Parecemos rodar escenas del cuento de las mil maravillas.

Hemos enviado a una alumna, Letizia Ortiz, a la Zarzuela, para próxima Reina de España. Se filma la película de horror ‘Tesis’ en nuestra sede, pero sin alcanzar a describir nuestra atrocidad real. Queda cerrada, sin más problemas, durante año y pico, la Radio universitaria. Policías interrumpen una Junta de Departamento, acusando a un profesor por triple agresión física a una funcionaria...

Todo esto, sin mencionar campañas tales como la pitada general, bajo el lema de ‘tócale el pito al decano’, la de acumulación de toneladas de periódicos viejos durante semanas en el Hall, con riesgo de incendio, la pintada total de puertas y paredes, la profanación y hurto del sagrario de la capilla, el desalojo por las COES del aula social tomada del almacén de vídeos, para ensayar la danza del vientre…

Chicos: aquí tengo una mejor. Me la encuentro en mi buzón. Me escribe un alumno. Es Nico, nuestro gran Nico. Real, como la vida misma. Auténtico, como los toros de Osborne. Me dice así en su carta (copio textual):

Feliz Navidad:

Que el divino infante te bendiga y te colme de una gran felicidad.

Creo que una vez más te voy a sorprender. Este año he dejado la empresa que monté y he empezado el postulantado de Carmelita descalzo. Estoy muy feliz de al fin haber encontrado mi vocación que es dedicarme en cuerpo y alma al Amado.

Reza por este pecador, que yo lo hago diariamente por ti en la oración.

Un abrazo,

Nico Ruiz, Hermano Carmelita Descalzo c/Polo y Caña, 1 - 18014 Granada

Acertaste 100 %. Realmente has conseguido sorprenderme, Nico. A vuelta de correo le he respondido, diciéndole que ‘Óle tus bemoles’, y que cuente conmigo para lo que quiera. ¡Para que luego hablen mal de los jóvenes!