Nuestro héroe, Coke, es hoy el mejor jugador futbolista de la
final Europa Leage de Basilea (18.05.16). Pero también es actor
aficionado… ¡y estudiante de Periodismo! Campeón, bigoleador, mejor jugador de
la final... y estudiante universitario. ¡Enhorabuena! ¿Qué valores encarna y
vive?
Superación: se formó en los campos de barro del madrileño
barrio de Villaverde, en zona muy popular y sin altos recursos, donde
nació hace nació hace 29 años. Ha subido por todas las categorías inferiores
del Rayo Vallecano, hasta jugar en Primera División.
Familia: hijo de un taxista, en su casa le inculcaron que
nada se consigue sin sacrificio. Desde los nueve años, su padre le recogía
después de las clases para llevarle a los entrenamientos (tres veces por
semana) y a los partidos de los sábados con el Rayo Vallecano.
Exigencia: siempre destacó por su coraje y manejo de balón.
Lateral y centrocampista. En la etapa de los Ruiz Mateos, las deudas asolaron al Rayo y él sabe, como otros muchos compañeros, lo que es ajustarse
el cinturón.
Esfuerzo: con 18 años se estrenó con el primer equipo de
Rayo Vallecano, a las órdenes de Míchel. A los 24 marchó al Sevilla, donde ha
fraguado sus éxitos ganando las tres finales consecutivas de la Europa League.
Estudio: Coke tiene inquietudes culturales por encima de la
media de los futbolistas españoles. En vez de abandonar los libros por su
deporte, él prefirió seguir estudiando. Le costó compaginar el fútbol con su
estudio. Buscó clases de apoyo de un profesor particular, aprobó la
Selectividad y se matriculó en Periodismo (carrera que mantiene aparcada), porque
lo que realmente le gustaba era Publicidad y Relaciones Públicas.
Prácticas: ya en Sevilla, actúa en un grupo de teatro, al
que es aficionado, interviniendo como actor aficionado, recitando e improvisando
textos.
Sencillo: en su triunfo de anoche, en vez de acaparar
elogios, prefirió repartir méritos con sus compañeros: «Me da lo mismo haber
sido elegido el hombre del partido, lo importante es que hemos ganado. Ahora
hay que disfrutar».
Todo un ejemplo para imitarle. ¡Olé con olé, Coke!
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