A Zeta Pé le sangran hasta los de su partido. Copio del Blog de Joaquín Leguina “DESPROPÓSITO HIDRÁULICO”:
La gestión del agua correspondía en exclusiva al Estado a través de las cuencas y trasvases… hasta que llegó ZP con su “España plural” y, sin más trámite, se decretó que:
- los trasvases eran reaccionarios
- y lo que es más disparatado: las desaladoras progresistas,
- que las cuencas podían transferirse:
· El nuevo Estatuto de Andalucía expropió al resto de los españoles la del Guadalquivir,
· el Ebro se lo quedó Aragón y, ahora,
· Castilla-La Mancha (a través también de su Estatuto) pretende decretar motu proprio el final del trasvase Tajo-Segura.
De esta guisa, el agua se ha convertido en bandera para crear banderías… y todo ello bajo la mirada irresponsable de unos gobernantes a quienes el Estado parece importarles una higa.
De “el agua es de todos” hemos pasado como el rayo, a una consigna mucho más adelantada y progresista: “el agua es mía y me la quedo yo”.
CONCLUSIÓN:
Hace algunos años hubiera resultado inconcebible que un Gobierno de España –y más si era de izquierdas- hubiera propiciado o permitido un desmantelamiento del Estado como éste al que estamos asistiendo. Porque, lo diré claro, una izquierda, tan nueva como la actualmente reinante, que propicia o permite tales saqueos del Estado, será nueva, pero no es de izquierdas ni por el forro.
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