26 marzo 2015

Crisis de la Prensa

Defectos del Periodismo. Según Umberto Eco, 'La prensa ya no tiene poder sobre el hombre de la calle'. Así lo afirma en su novela 'Número cero', narrando las peripecias de un periódico ficticio y fallido ('Domani'), montado a cuentas de un ricachón, con fines nefastos.

Manipulación, chantaje, manejo, amenazas, difamación, poder, distorsión… son muy accesibles hoy a la prensa, según Eco. "Me inspiré en un personaje real, Mino Peccorelli, que durante los años 60 y 70 tenía una agencia de noticias en Italia, cuya circulación era limitadísima, pero llegaba a las mesas de los ministros y diputados. En él se lanzaba sospechas, y era tan peligroso que lo mataron en 1979, por este pequeño pseudo-boletín que servía como instrumento de chantaje".

"El poder de influir no es sobre el público, sino sobre las altas esferas. El verdadero chantaje no llega cuando yo digo a mucha gente que usted ha robado, sino cuando se lo cuento solamente a dos y ya está. Es poner una noticia en la mesa de la persona importante y sugerir que se podría contar más".

"Ahí es donde los periódicos tienen el verdadero poder, no sobre el hombre de la calle, que puede leer el mismo texto de una forma distraída. Es una influencia sobre la 'cima', por decirlo de algún modo. ¿Por qué hay tantos pequeños periódicos que no tendrían razón de existir, si no reciben subvenciones y venden muy poco? Porque su función es la de enviar un mensaje privado. Dicen: 'Yo sé algunas cosas y podría decir más'".

"Con Facebook y Twitter es la totalidad del público la que difunde opiniones e ideas. En el viejo periodismo, por muy asqueroso que fuese un periódico, había un control. Pero ahora todos los que habitan el planeta, incluyendo los locos y los idiotas, tienen derecho a la palabra pública. Hoy, en internet, su mensaje tiene la misma autoridad que el premio Nobel y el periodista riguroso".

"O lo que pasa con los libros. Antes las editoriales ejercían de filtro, aunque podían equivocarse: esto se publica y esto no. Ahora, cualquiera puede publicar un libro en internet y resulta complicado argumentar con un joven las diferencias entre algo bueno y algo malo. Sí, se podrá decir que la clave está en que le guste o no. Pero entonces es cuando recuerdo ese 'anuncio' que decía: "Come mierda: millones de moscas no pueden estar equivocadas".

1 comentario:

Celia Amarilla dijo...

Totalmente de acuerdo con lo que escribes. Un saludo