02 julio 2006

Hazte rico: crea tu propia novela de Dan Brown

¿Deseas forrarte? ¿Quieres ser millonario? ¿Te gustaría amasar una fortuna? No es tan difícil. Este verano, desde tu ordenador, aún puedes lograrlo. Un Blogger avispado, amigo mío informático, ha dado con la clave. ¿Cómo? ¡Publicando un super ventas! Él mismo te facilita su sistema, accesible en la Red: "Haz click aquí o pulsa la tecla F5 todas las veces que quieras. Cada vez obtendrás una impresionante idea para tu novela. Millones de dólares te están esperando... (Estos resúmenes son generados aleatoriamente por ordenador)".

A la vista del éxito comercial en ejemplares y entradas de cine, vendidos por Dan Brown -o Danielito Marrón, en castellano-, se demuestra que cualquiera puede hoy ser autor de un best seller. Son muchos más los lectores incautos del gran público, que los intelectuales formados, críticos y selectos. ¿Cuál es la clave para ganarse al comprador ingenuo?

No importa para nada que tu redacción no sea depurada, ni menos tu estilo literario. Es anodina la incoherencia del contenido, hasta el absurdo. Resulta indiferente incluso burlarse de la realidad, de la geografía o de la historia: Cleopatra, como novia de Cristóbal Colón; Moctezuma, como espía de Golda Meier; Oviedo como tierra de misión o Sevilla como nido de antros subdesarrollados. Basta con entremezclar los manidos temas paracientíficos, esoterismos pseudohistóricos y ocultistas. Menciones al santo grial, sociedades secretas, sectas, templarios y merovingios… Mezclándolos, claro está, con la Iglesia y con la delincuencia: cocktail de novela con crimen y ciencia ficción.

Lo único fundamental e indispensable, es desarrollar una gran campaña mediática, que ensordezca al público con una inversión arrolladora, saturando al comprador con un plan de marketing desbordante, cumpliendo así con un lanzamiento publicitario anunciado a todo tren, que arrase en el mercado.

Los técnicos del marketing conocen de sobra el sistema para triunfar: cómo gestar una buena imagen o agraciado ‘look’ con aceptación social, modos de conseguir opinión pública favorable y políticamente correcta… Son aspectos normales, que las empresas publicitarias gestionan a cualquier cliente. Hay que generar una política atractiva de producto, creando una situación artificial de conflicto ficticia, pero que logre ser noticia y estar en boca de todos. Aunque todo sea un mero pufo, un vacío bluff, sólo un camelo vacuo, logrará sin embargo aparecer como noticia de portada, siendo repetida gratuitamente por todos los medios, como si fuese un hecho auténtico, de rabiante importancia y de sobrada magnitud.

Opinan los internautas sobre el site ‘prueba.blogspot.com’: Hacía tiempo que no me reía tanto. Ponte un 10, tío. Estas cosas le alegran a uno los lunes. Ja, ja, ja, ja... Buenísimo, de lo mejor que he visto en mucho tiempo, una gran web basada en hechos históricos y constatables. Sencillamente magnífico. Gran sentido del humor. Increíble. Ya tengo una trilogía que va a arrasar internacionalmente. Oye, un diez no, ¡un veinte! La idea es genial. Me he reído un montón. Creo que no me había reído tanto en la vida. Muy divertido, es que me he tronchado con algunos. Fantástico. Soy una gran lectora y estoy harta de los Dan Brown de turno que montan un bestseller con cuatro ideas y parece que si no los lees estás fuera de onda. Mil gracias por este buen rato que me has hecho pasar. Me recuerdan los discursos de los políticos, que con una docena de frases y colocadas aleatoriamente, dicen cada chorrada impresionante.

En conclusión: Literatura de consumo masivo producida masivamente, a toque de tecla. ¿Objetivo? Llenar de nimiedades las mentes de los lectores, vaciándolas de contenidos. Reeditar fábulas y leyendas negras. Colgar falacias contra la realidad, contribuyendo a generar incomprensiones y prejuicios erróneos. Abusar de la confianza que el público presupone hacia los escritores y editores. Publicar mentiras falsas inventadas, presentadas como pretendidas verdades históricas sucedidas. Auténtico bodrio de libros basura. Pseudo ciencia, incultura y desinformación.

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