Florecillas del verano… Sí, así mismo, has leído bien, tal cual, como suena. ¡Ole la casta! Spain is different! ¡Viva nuestra idiosincrasia nacional! ¿Para qué tantos adelantos, si como se vive bien, es en el pueblo? ¡Volvamos al botijo, al azadón y a la boina, y no dejemos que penetre en nuestras mentes ninguna nueva idea funesta, de esos medios informativos impresos tan perversos!
¿Adivinan de quién procede esta ocurrencia? ¿Del gitano macareno? ¿De Chaves en Venezuela? ¿De otro dictador latino? ¡Qué va, hombre, de mucho más cerca! Quien así habló fue Rosa Regás, Directora de la Biblioteca Nacional, la musa de la sabiduría: una de las mejores perlas de la corona ilustrada, que Zapatero ha colocado a la cabeza de la civilización para este Reino. Que le pongan rápido un bozal, que llegan pronto las elecciones.
No se me ocurre un discurso menos democrático, ni más totalitario, rancio, resentido, rígido y excluyente, con un sabor retrógrado, caciquista, rufián, oligarca, prepotente, populista, bananero, muy al uso de los escleróticos ‘progresistas’ antisistema, que continúan empeñados en alabar los avances de la revolución cubana caribeña y otras maravillas del planeta.
¡Abuelita, la pastilla! Esta gran figura se olvida (¿será el alzheimer?) que los periódicos digitales ya existen hoy, y que cada vez somos más los que nos informamos de lo que sucede por Internet. ¿Por qué? Pues muy sencillo, Señora Regás: porque en Internet no hay esperpentos rabiosas que puedan amedrentar a los lectores, y menos manipular descaradamente las noticias. Además, los ciudadanos podemos opinar sobre lo que queremos y aportar nuestra visión, como yo estoy haciendo ahora. ¿No será tal vez que le molesta nuestra libertad de expresión, doña Rosa?
¡Perdón, perdón, señora Regás! He cometido un error. Esta frase suya se refería sólo a “la
prensa de derechas”, que es la que “cada vez se vende menos”. ¡Ah, bueno… eso ya es muy distinto! Entonces no está refiriéndose usted a El Mundo, que es líder y que sigue creciendo, igual que La Razón. Así que los ‘de derechas’ y que los que ‘venden menos’ son El País y ABC: éstos deben de ser la extrema derecha a la que nuestra Rosa se refiere. -Que no le oiga esto Polanco desde la tumba, porque resucita del susto…
Más que un gurú del progreso futuro, señora mía, recuerda usted al tristemente famoso Califa de Bagdad, de hace catorce siglos, que entró victorioso en Egipto y destruyó la famosa biblioteca de Alejandría, donde se guardaba toda la ciencia escrita de la historia anterior, desde hacía once siglos, la entera civilización griega y romana. Comentó el Califa: O bien esos libros –en este caso periódicos– dicen la verdad, y por tanto no sirven para nada, porque para eso ya tenemos el Corán –aquí diríamos El País– y deben por lo tanto ser destruidos, o bien no dicen la verdad, en cuyo caso también deben ser destruidos, por oponerse a la verdad oficial –que era la del Califa, igual que ahora la de Rosa Regás–. A continuación pegó fuego a toda la Biblioteca. Nada hay más imperialista y dictatorial, antidemocrático y ciego, que una anciana progre resentida y rencorosa.