16 agosto 2007

Por qué existe el terrorismo organizado en el Islam

Hassan Butt contesta a esa pregunta en el Daily Mail 02.07.2007. El que antes fuese formador radical islamista, declara ahora cuál es para él la verdadera causa del terrorismo islámico: no es otra que el propio pensamiento musulmán. Copio directamente su testimonio sin comentarlo.

Yo era un fanático… yo conozco su pensamiento. Recuerdo cómo nos reíamos siempre celebrándolo cuando la gente en televisión proclamaba que el Islam era la única causa de los actos islámicos del terror, como el 11M y los atentados de Madrid. Y lo que es más importante aún, también los medios ayudaron a apartar cualquier examen crítico del gran verdadero motor de nuestra violencia: la Teología islámica.

Dejé la red terrorista británica de Jihadi en febrero de 2006, porque me convencí de que sus miembros se habían convertido simplemente en asesinos descerebrados. Pero si todavía luchara yo por su causa, estaría riéndome ahora de nuevo [con los atentados de Londres y Glasgow]. ¿Cómo justifican los radicales islámicos el terror, en nombre de su religión? No hay sitio suficiente para explicarlo aquí del todo, pero el fundamento de lo que queda de razonamiento para los extremistas, se basa en un modelo del mundo en el cual, o eres un creyente, o eres un infiel.

La teología islámica formal, totalmente distinta y diferente de la teología cristiana, no permite la separación del estado y de la religión: los considera ser uno, unidos e iguales. Durante siglos, el razonamiento de los juristas islámicos, ha establecido las reglas de la interacción entre el Dar UL-Islam (la tierra del Islam) y Dar UL-Kufr (la tierra de los no creyentes), para fijar cualquier materia de tratado, tanto de paz como de guerra.

Su primer paso ha sido imponer que el mundo entero debe ser hoy el UL-Kufr de Dar (la tierra de no creyente). Paso dos: puesto que el Islam debe declarar guerra al no creyente, han declarado la guerra contra el mundo entero. Una tierra de la guerra (UL-Harb de Dar) permite que cualquier musulmán destruya la santidad de los cinco derechos que el Islam concede a todo ser humano: vida, abundancia, tierra, mente y creencia. Rechazan desautorizar la violencia que atenta contra el no creyente - y en lugar de eso oímos repetir el ‘mantra’ que el Islam es sólo paz y esperanza.

Puesto que son tal cantidad inmensa en la comunidad musulmana los que rechazan renunciar y desafiar esos viejos argumentos centenarios [sobre la guerra y la violencia justa], las tensiones entre la teología islámica y el mundo moderno crecen más y aumentan a diario. Los musulmanes sólo podrán liberarse de los modelos obsoletos y difuntos del mundo, reescribiendo las reglas de la interacción y quizás así descubriremos que el concepto de ‘matar en nombre de Islam’ no es no más que un puro anacronismo histórico.

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