Interesante artículo en Campus -elmundo.es-. Universidad es –mejor dicho, debería ser– la esencia de la ‘universalidad’: apertura total, espacio sin fronteras, acceso internacional, amplitud de miras, visión abierta y libre. Todo un mundo compartido, sin separación por países, sin límites en el estudio, sin barreras para los alumnos, sin cierres para los docentes.
Algo de eso todavía existe. La policía no puede entrar en el Campus, sin permiso del Rector. Actúa como autoridad máxima, también para orden público, edificabilidad, tráfico… Los alumnos –e incluso teóricamente los profesores– pueden practicar el intercambio de centro según los programas Erasmus, Sócrates, Comenius, Leonardo da Vinci, Grundtvig, Programa Transversal, Programa Jean Monnet…
A pesar de eso, más del 95% del profesorado está sólo exactamente donde empezó: fijo en el mismo país, quieto en la misma ciudad, dentro de la misma universidad, atrincherado en la misma Facultad e incluso encerrado en el mismo departamento. El único mérito de acceso que importa, es poder contar con el voto de su junta departamental.
Cada puesto que se oferta, tiene ya destinatario. Se sabe el nombre de su ocupante. De ahí la endogamia flagrante: “¡Abran paso al recomendado!” “¿Para quién es esta plaza?” “¡Retírate y no se te ocurra ni siquiera presentarte, o tú no saldrás aquí de profesor nunca!”.
¿Es la Universidad española ese templo del saber universal, oasis de libertad y parnaso del conocimiento superior? ¿Es el culmen de la erudición y la aristocracia de la ciencia, donde investigan y enseñan los sabios rendidamente, a la nueva elite de las sucesivas generaciones?
¿Estamos realmente ante equipos de investigación organizados, o más bien ante auténticas cuevas y tribus cerradas? ¿Son grupos libres y accesibles, o son sectas partidistas? ¿Con accesos meritorios, o con mafias descaradas? ¿Por selección abierta, o por amiguismo servil? ¿Maestros reconocidos con sus escuelas, o arbitrarios caciques?
Iñaki Piñuel, profesor de la Universidad de Alcalá, acusa al claustro de estar integrado por "los 'mejores amigos'. El otro día me llamó un profesor -no puedo decir nombres- para contarme que era el único de su sección que no tenía relación familiar con el jefe de departamento". Las universidades funcionan como las antiguas cortes europeas o clanes de la camorra. No se debe olvidar que su creación fue feudal. "Puede que éste sea el origen de la endogamia. Y aquél que no traga, se le hace la vida imposible", concluye Piñuel.
Iñaki Piñuel denuncia también en el claustro su politización descarada: "Cuando se crearon las nuevas universidades, los caciques autonómicos corrieron a colocar a sus afines. España es el único país donde no es un desprestigio vincular política y universidad".
Esto es lo que hay. Así nos va. Se ve que no merecemos nada mejor, o que -al menos- no somos capaces de exigirlo ni de intentarlo. ¿Se e ocurre a ti algo?
5 comentarios:
uf, yo me acuerdo de un boicot a un profesor de empresa informativa que se quejó formalmente porque el concurso de profesor contratado doctor estaba adjudicado antes incluso de celebrarse. Recuerdo reclamaciones de los alumnos en el Rectorado, cuando a este profesor le retiran de la asignatura...éramos 4 gatos, claro, entre que estábamos muy pocos matriculados y que había miedo a encontrarse "al enemigo" en otras asignaturas y que a nosotros también trataron de tomarnos el pelo...en cambio, cuando se hizo la bendita transición al famoso plan 2000 y pico (ya ni recuerdo) el Decanato sí tuvo que escuchar, por activa y por pasiva, la avalancha de quejas de alumnos y profesores porque no cabíamos en las clases, porque los profesores no daban a basto y algunos alumnos no tenían derecho a comer, ni dormir, ni siquiera a echar un cigarrito porque tenían horarios ininterrumpidos de 8 de la mañana a 10 de la noche.
Hace falta cambio en la Universidad (bueno, en nuestra sociedad en general)...lo que pasa es que la mayor masa que puede protestar- el alumnado- llega un poco verde (y cada vez más) a los pupitres y para cuando se dan cuenta de las circunstancias resulta que ya han terminado el posgrado...en fin.
Mi respuesta por experiencia es : "Amiguismo caziquil".
Prueba de ello es la Facultad de Ciencias de la Informacion de la UCM. ¿Coincidencia que en un mismo departamento de una universidad publica trabajen dos hermanos, padre e hijo, varias parejas, amigos de facultad, etc.? Cualquiera que trabaje o estudie alli sabe a que me refiero...
Como bien decia el post "El único mérito de acceso que importa, es poder contar con el voto de la junta departamental", y claro, si esos votos los da tu padre, hermano, amigo, etc. esta claro.
Aunque tb se da el caso contrario. Que en la junta te topes con tu "peor enemigo" y no te de su voto simplemente por discrepancias personales, no por no merecerlo.
Desde aqui animo a los futuros empleados de las universidades españolas a que vayan haciendo sus deberes... ¡MENUDA MAFIA!
Hola
Estoy leyendo por encima este comentario, solamente, pero me atrevo a apuntar lo siguiente:
¿La amistad no es un valor?
Quiero decir, también hace falta ser amigo, saber ser amigo.
Quiero decir, es un mérito, tanto o más que un aprobar las oposiciones.
He dicho, yo, una ex alumna que tiene amigos en la UCM.
Creo que hay que ser amigo en el ambito personal y no en el profesional. En cuestiones como las que estamos hablando deberian primar los meritos profesionales de la persona y no su potencial para hacer amigos.
Si no ¿quien podra aspirar a las plazas universitarias?
Bueno, seguro que tu, "ex alumna de la UCM, con amigos alli", lo tendras mas facil...
La amistad en tanto en cuanto se utilice para conseguir bienes materiales pierde su sentido como valor.
Podrás decir que la servidumbre, la humillación, el peloteo...son valores a tener en cuenta para obtener una plaza, pero no los confundas con la amistad. La amistad no hay que ganarla, si es sincera fluye ella sola.
Y si son amigos sinceros y apelan a la amistad para otorgar un cargo público estarán incurriendo en delito.
He dicho. Alumno de 5º de Pedro.
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