Estado de bienestar. Todo gratis. Papá estado. Viva el confort. Todo cae del cielo. Que lo pague la deuda pública. ¿No era todo un engaño?
Se ha visto que sí. La irresponsabilidad pública asumiendo un endeudamiento impagable, ha caído. El norte trabaja, el sur disfruta. Europa produce, el mediterráneo se aprovecha.
¿Hasta cuándo va a seguir todo así? Hasta que los demás socios europeos se harten de la holgazanería y de la sinvergoncería de nuestros políticos. Parece que ese momento ya ha llegado. Comenta hoy José María Carrascal:
“El problema es que hemos creado una sociedad par el ocio, no para le trabajo. Para consumir, no para producir. Una sociedad con muchos derechos y muy porcas responsabilidades, donde el Estado está obligado a suministrar todo tipo de servicios gratis os casi gratis, mientras el individuo pone poco o nada de su parte.
"Como ‘no hay almuerzo gratis’, según el dicho anglosajón, la única forma de mantenerlo es pedirlo prestado. Los bancos griegos deben a Portugal 10.000 millones de euros. Los portugueses deben a España 86.000 millones. Los españoles a Alemania, 238.000 millones. Y así sucesivamente.
"Ante lo cual no ha quedado más remedio que ayudar a Grecia para no ser arrastrados por ella. Pero será la última vez que se haga, y con estrictas condiciones. Los alemanes no están dispuestos a seguir financiando la buena vida de sus socios.
"Que la unión se consolide o se rompa dependerá de los propios europeos. Especialmente, de los que hasta ahora han venido engañándose y engañando a los demás”.
José María Carrascal, ‘Las dos Europas’, ABC 4/5/10, pg. 3
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