Fordham University
Alguien me ha pedido que cuente -también este verano- las andanzas mías de un profe de la Complu por Nueva York. Allá va el segundo capítulo.
Ayer entré por fin en la Universidad Fordham, de Nueva York. Fui al Lincoln Campus, junto al Central Park. Un lujo. Sensacional. Un montón de ordenadores, de libros, de revistas, de salas, de butacas donde descansar y mesas y salas donde trabajar.
Hoy me he venido al Campus central de Fordham University. Tiene todos los edificios de piedra, nobles y con empaque, como si fueran de hace siglos. Hay césped cuidadísimo rodeando todos los edificios, con praderas y jardines entre árboles para reposar y para leer tumbado, tan a gusto.
Me han gestionado de inmediato los carnés para las bilbliotecas, para tener descuentos en los bares cercanos -con rebajas para los estudiantes-, para la cafetería, para las canchas de deportes, para la piscina, para disfrutar del préstamo de libros, para disponer del el acceso digital gratuito a miles de pubicaciones a las que está la universidad suscritas...
Es que ni te lo crees. Vas a por el carné, te dicen que te quedes quieto un segundo y que sonrías, te hacen la foto, y te entregan el plástico con tu cara a lo grande, tan fácil y tan sencillo como te lo cuento.
Luego nos hemos ido a comer al barrio italiano. Nos hemos puesto ciegos. Te dan comida en raciones enormes, en plan americano, para que coman tres. Y como es imposible comerse tanto, te dan una tuperware con todo lo que sobra para que te lo lleves y te lo sigas comiendo cuando tengas hambre. Es la pasada.
Bueno, pues estando comiendo juntos mi amigo, el profe con el que estamos investiganado aquí y yo, llega al mismo restaurante, a la misma hora, a sentarse a comer en la mesa contigua a la nuestra, el Rector de la Universidad Fordham, como uno más, tan feliz. Según nos ve, se viene de inmediato a nuestra mesa, nos prohíbe ponernos de pie, nos saluda, se presenta, hace una broma al profesor ("Rest more, Phil! You are working as a dog!"), nos pregunta a nosotros nuestros nombres y de qué universidad venimos, se interesa por qué estamos investigando, nos ofrece su ayuda para cualquier cosa que necesitemos, nos felicita por ganar ayer a futbol a Portugal, y tan contentos.
Vamos, que uno empieza a entender por qué USA cuenta con los mejores investigadores en sus universidades. Aquí te tratan sin barreras, como si fueses amigo suyo de toda la vida. ¡Olé por USA!
2 comentarios:
ey, qué bueno! :)
Deberías escanear y colgar el carné universitario... para descojonarnos con tu foto!
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