Comenta Pablo Pardo, Corresponsal de EL MUNDO en Washington, lo que aquí te resumo.
Observa esta tabla. Es el ranking de la OCDE de países según “el porcentaje de licenciados universitarios con empleos de baja cualificación, como porcentaje del total de licenciados de edades comprendidas entre 25 y 29 años”. España lo encabeza, ¡cómo no!
Es decir que, al menos en los primeros años de vida laboral, en España tener un título universitario es escasamente útil. Esto no es más que una mezcla mortal de burocracia nefasta y de mercado laboral colapsado.
Si uno tiene carrera superior, acaso no les espere un futuro brillante. Pero, si no la tiene, ¡todavía lo va a pasar peor! La OCDE revela que el porcentaje de españoles con estudios universitarios y empleo es del 83,6%, mientras que sólo están trabajando el 59,1% de los que únicamente tienen educación secundaria.
En otras palabras: tener un título es casi indispensable en España… para acceder a un trabajo basura, inferior a la cualificación académica que se tiene.
Sea lo que sea, las conclusiones parecen claras:
1.- España tiene un sistema educativo disfuncional, para un mercado laboral más disfuncional aún.
2.- España ofrece un sistema educativo nefasto, que produce titulados que luego no encuentran salida laboral.
Eso puede explicarse de varias formas:
1.- Producimos demasiados universitarios.
2.- Nuestros universitarios están poco preparados.
3.- Nuestros universitarios no son demandados por el mercado.
¿Por qué nadie los quiere? ¿Por qué no saben? No sólo por eso. ¡Porque están demasiado bien formados para un país precario y caduco! Por más que se nos llene la boca hablando de ‘energía limpia’ y de ‘tecnologías de la información’, como a Zapatero, seguimos siendo fundamentalmente una economía de sol y vidorra, marcha y despilfarro, pufos y chiringuitos… playa y ladrillo, con escasa innovación y nulo afán emprendedor de crear trabajo, de elevar la economía, ni de asumir ningún riesgo. Aquí todos quieren ser funcionarios.
Cualquiera de las afirmaciones anteriores ofrece, a su vez, tres posibilidades:
1.- Salir corriendo y dejar que Zapatero siga “arreglando” todo.
2.- Echarse a llorar y limitarse a engrosar el INEM o el PER.
3.- Echarse a temblar y promover una sublevación contra todo este desastre.
2 comentarios:
El año pasado ya decidí cambiar de país y de universidad. Los métodos de España creo que fomentan una productividad mínima, como la de la mayoría de "maestros" que nos enseñan poco o nada de nuestra carrera y nuestro futuro.
¡qué desastre! Qué oscuro se ve el panorama... no sé qué opción elegir. Mientras lo pienso estoy estudiando un Master aquí pero engrosar las listas del INEM no me gusta nada así que si no encuentro trabajo al acabar el master como máximo tendré que pensar lo de "pirarme" pero tengo que pensarlo bien...a dónde ir?
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