30 noviembre 2016

Universidad, ¿un modelo del pasado?

Ángela Castillo titula así un gran debate en El Mundo. ¿Qué pasa en la universidad?

· Estudios prácticos: no sólo de clases teóricas, sino experiencia viva y actualizada.
· Enseñanza abierta: Cada vez hay más alumnos online, que asistiendo a clase.
· Más profesionalidad: la Universidad debe ofrecer lo que la empresa demanda.
· Formación total: Hoy se exige doble titulación bilingüe, con Master y prácticas.
· Mayor exigencia: Las empresas exigen mucha más formación que sólo la universitaria.
· Alumno responsable: Cada estudiante debe diseñar su curriculum y su plan académico.
· Competencia global: todas las Universidades del mundo compiten por igual.
· Otro rol docente: un profesor debe más orientar, que instruir o calificar.

Sandalio Gómez, profesor del IESE, escuela de negocios líder mundial, invitó a un catedrático de universidad hace tiempo a impartir una de sus asignaturas. Tras dos horas de clase, el invitado salió escandalizado. "¿Cómo es posible que los alumnos discutan tanto a un catedrático? ¿Es que aquí no hay ninguna autoridad?"

Tras debatirlo, llegaron a esta conclusión: "El profesor ya no está para imponer teorías y conocimientos. Debe actuar como un ente que ayuda a sus alumnos a pensar, a descubrir. A menudo, esto en la Universidad oficial no ocurre".

Según los datos del útimo Ránking Universidad-Empresa, de Everis, en España, 77 de cada 100 empresas no han contratado a ningún recién titulado universitario durante los últimos cinco años. Su responsable, Andrés Moreno, sostiene que "Existe un vacío enorme entre la Universidad y la empresa. La sensibilidad del mundo de los negocios dista muchísimo de lo que se enseña a los graduados. Al acceder al mundo laboral, los recién titulados se topan con una realidad desconocida".

Según  él, para seleccionar un candidato, las competencias más valoradas son:

· Honestidad y compromiso ético.
· Capacidad de aprendizaje y adaptación al cambio.
· Habilidades interpersonales y de comunicación.
· Análisis y resolución sistemática de problemas.
· Orientación a consecución de resultados.
· Conocimientos técnicos de la profesión.
· Habilidad para trabajar en entornos multiculturales.
· Capacidad multidisciplinar.
· Aportar innovación y creatividad.

¿Por qué tiene un déficit esta generación para estas aptitudes?

¿La aplicación práctica? "La educación superior está enfocada a un estudio demasiado memorístico. Esto tiene que cambiar".

¿Los propios talentos? "Lo importante es generar un espacio en el que la gente con ganas sea capaz de desarrollar sus propias ideas. Necesitamos iniciativas que nos ayuden a cambiar nuestra visión. Nos resulta muy complicado encontrar a personas aptas para nuestra compañía dentro de la Universidad".

¿Los profesores? "Las instituciones oficiales son demasiado teóricas. Es necesario que el propio claustro académico haya tenido algún tipo de experiencia empresarial". En el sistema actual, los docentes nunca terminan de salir del ámbito universitario.

¿Los contenidos? No basta metodología basada en clases magistrales, con conocimientos puramente técnicos. Los jóvenes buscan mejorar sus títulos recurriendo, cada vez más, a másteres y posgrados organizados por entidades ajenas a la Universidad.

¿El plan Bolonia? Sándalo advierte: "Con el Plan Bolonia la Universidad desaprovechó una magnífica oportunidad. Deberían invertir este último ciclo en aplicar a la realidad los conocimientos técnicos adquiridos durante el grado.

¿El máster? Sándalo opina: "Lo llaman máster y, en términos generales, se diferencia poco del resto de la carrera". Su Máster (IESE) basa su docencia en el método activo, frente a carreras encasquilladas en dar conceptos teóricos. "Establecemos debates generales sobre casos reales. El alumno se mete dentro del problema".

Lo mismo opinan en Everis: "Nuestros docentes han trabajado previamente en proyectos ligados a la compañía. Trasladan al aula experiencias únicas y reales. Aportan vivencias, no sólo conocimientos aprendidos de memoria".

¿Hacia dónde vamos? El mercado laboral avanza a una velocidad de vértigo.
Las empresas están en constante evolución.

¿Y los cambios? Nicolás Díaz, Coordinador del Grupo de Empleo y Autoempleo de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), sostiene que "El sistema cambia con una rapidez tremenda. En los años que dura una carrera, un puesto de trabajo puede pasar de tener mucha a escasa demanda. Es muy difícil adaptarse de manera inmediata".

¿Qué dice nuestra universidad? Lucila Finkel, delegada del Rector para la Formación Permanente, Prácticas Externas y Empleabilidad de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), afirma: "La Universidad tiene que ser capaz de formar tanto a los chicos que llegan con 18 años como a quienes quieren actualizarse en su puesto de trabajo o buscan cambiar de empleo. Somos conscientes de que el expediente académico está perdiendo peso. Desde las compañías se nos transmite la importancia de las competencias transversales. Parten de la base de que, por el mero hecho de haber cursado un grado, las competencias técnicas ya se tienen. Pero éstas ya no son las que realmente aportan algo. No podemos vivir de espaldas a las empresas. Por eso, nuestros cursos están más ligados al mundo empresarial aportando competencias transversales y una formación más ligada al interés cultural".

Adelante, ¡y vamos a por ello!

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