“Virtus quamnon fortuna gubernat” [inscripción del palacio de la Carrera de San Francisco en Madrid]. La fortuna no lo hace todo: el esfuerzo puede más. Diego Ramos Rodríguez, alumno del colegio concertado Gredos San Diego de Vallecas aprobó la Selectividad en la Complutense sacando un 9,99.
Sus comentarios, que aplaudo y suscribo, valen oro.
«He dado lo mejor de mí mismo. Es lo que vengo haciendo siempre porque creo que todo se logra con esfuerzo y trabajo. Es lo que vengo haciendo en cursos pasados, me gusta mucho aprender, soy trabajador...» Su nota ha sido la más alta de Madrid y, parece ser, de toda España. Por culpa de una centésima en el ejercicio de inglés, no ha cerrado el diez absoluto. A él no le importa: «Es mejor reconocer tus fallos que vanagloriarte de tus logros. El 10 es el máximo en lo académico, pero una persona es más que un número».
Ha estudiado durante diez años en el colegio concertado Gredos San Diego de Vallecas. Su expediente es de Matrícula de Honor. Estudia también composición y violín en el Conservatorio Superior, pues toca ese instrumento desde los cinco años: «Yo soy músico. Mi mundo es la música y me gustaría dedicarme a ella». Hará Matemáticas «porque ambas tiene una relación muy directa en cuanto a la actitud, la disciplina, la estructura y la creatividad. Más adelante me gustaría dedicarme a ello, cualquier cosa relacionada con la docencia o entrar en una orquesta».
¿Qué es lo fundamental? «Sobre todo la constancia y el trabajo diario. No se trata de hacer un esfuerzo en el último momento, mis notas no han sido fruto, ni siquiera, de un esfuerzo de este último año, sino que es algo en lo que llevo tiempo trabajando. Es el afán de superación personal lo que te invita a conseguir cada vez más. Quiero seguir manteniendo una rutina de estudio y autoexigencia que me permita seguir creciendo intelectualmente como hasta ahora».
«Sólo sé que quiero estudiar y seguir disfrutando con la música. Estoy abierto a todas las posibilidades que se me vayan presentando. No me asustan los cambios, pues, al fin y al cabo, los estudios de música forman parte de mi vida desde hace tiempo y es algo a lo que estoy acostumbrado. Sobre todo gracias a mi familia, a mis padres. Ellos me han inculcado una serie de valores y un método de organización y estudio que yo he comprobado que funciona».
«Me voy una semana de vacaciones con mi familia y después iré a unos cursos musicales de verano. Quiero aprovechar ahora que tengo tiempo para dedicarme de lleno a la música. Hay que hacer sacrificios. Aunque, básicamente, es cuestión de saber organizarse, en ciertos momentos, debido al hecho de estar estudiando una carrera musical, he tenido que hacer concesiones y ceder tiempo de mi vida personal, eso sí, sin llegar a renunciar a mis amigos».
1 comentario:
¡Sorprendente!
Algo así se merece ese calificativo.
Es increible la fuerza de voluntad, las ganas, la motivación, y en definitiva la esencia de su persona. Me impacta su actitud, su modo de ver la vida y sus pensamientos, que por lo que he leído me parecen brillantes.
No se equivoca, de los errores se aprende y éstos son necesarios, casi podríamos decir que son un mecanismo de supervivencia.
La juventud de hoy en día, yo me incluyo en este grupo, no sabe percibir la cantidad de oportunidades que desaprovecha, y que son vitales y fundamentales para su futuro.
Ojalá existiera más gente con esa fuerza interior producto del trabajo, organización, desarrollo y esfuerzo... ¡Un chico 10!...
Este año haré la selectividad, quizá sea demasiado tarde para rectificar algunos errores cometidos, pero quisiera que la gente que leyera este comentario, sobre todo alumnos de secundaria, reflexionara sobre este tema. Parece mentira pero vuestro futuro está mas cerca de lo que creéis. Yo opinaba lo mismo, y ya veis ya estoy aquí, preparandome para conseguir mis metas...
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