¿Sabe España dónde va? Esta pregunta se formulan nuestros vecinos europeos. “España va bien”, decía Aznar, y sigue repitiendo Zapatero. La economía española está en crecimiento, eso es cierto. Nadie lo discute. Pero no es oro todo lo que reluce. Mientras que en Europa solo el 8% de los empleos se dedican a la construcción, aquí en cambio alcanzamos al 12% de los trabajadores absorbidos por ese sector.
Nuestra actual situación es un crecer sin parar, pero edificando a lo grande, viendo alzarse nuevos inmuebles y construcciones por todas partes. Son muchos años ya de lo mismo, casi dos décadas, viviendo del negocio inmobiliario y de la economía que éste genera. No es pesimismo sospechar que de donde vino la riada, vendrá también la sequía. El mismo motor que ha soportado este avance, provocará la causa de su final.
Hagamos un mínimo ejercicio de reflexión. Pesemos que –sólo por un instante– la especulación inmobiliaria, frena. La demanda se ralentiza. La oferta sufre. El paro sube. El subsidio de desempleo resta. El consumo, baja. La producción, desciende. La economía, frena. El crecimiento, se para.
Es necesario y urgente ir pensando ya en otro soporte para la economía: ¿enseñanza, turismo, tecnología, servicios…? Este boom de la vivienda no es eternizable. El paro ha descendido, de acuerdo, pero ¿es realmente sensato pretender que la productividad nacional se base sólo en una mano de obra tan barata, como son los más de cinco millones de inmigrantes nacionalizados estos últimos años, dedicados a tareas tan poco cualificadas como la mano de obra de las construcciones?
Además, los subsidios europeos que lo han permitido, llegan ya pronto a su fin. Tantas obras públicas en España, financiadas desde Bruselas, no pueden mantenerse financiadas con dinero comunitario, en un futuro inmediato. Creo que va siendo hora de pensar en salidas más sólidas y más fiables que la pura especulación.
3 comentarios:
Al turismo, como salida, le veo problemas�. En primer lugar, Espa�a ya no es ese para�so de j�venes europeos que poblaba nuestro litoral hace unas d�cadas. Ahora si se quiere turismo de sol y playa tienen otras opciones, como T�nez o Agadir, igual de mediterr�neas que Espa�a, m�s baratas y mucho m�s ex�ticas por encontrarse en la costa norteafricana.
Ahora Espa�a es el lugar de retiro de los jubilados del norte de Europa, que buscan un lugar donde pasar sus �ltimos a�os de vida en un clima agradable...y con unas prestaciones de la Seguridad Social mucho m�s amplias que en sus pa�ses de origen. S� aunque parezca mentira, los servicios sanitarios en Espa�a resultan m�s baratos y ofrecen m�s garant�as de servicio: l�ase el caso de las pr�tesis de cadera que se implantan cientos de ancianos del Reino Unido en hospitales p�blicos de la Costa del Sol. Es un coste a�adido a nuestra maltrecha Seguridad Social, que s�lo se puede compensar con esa mano de obra barata de la construcci�n (la que cotiza).
Por otra parte, respecto al turismo juvenil, se han desarrollado en los �ltimos a�os paquetes tur�sticos que incluyen noches de alcohol y drogas en puntos como Ibiza. Estos viajes no duran m�s de un fin de semana (a veces son s�lo una noche). Desde Alemania fletan vuelos low-cost que aterrizan en Mallorca o Ibiza y el objetivo �ltimo es pasar un par de noches discotequeras al borde del mar, con todos los gastos pagados.
El problema de una y otra pr�ctica de turismo es que ni los unos ni los otros dejan divisas en Espa�a, que es el gran beneficio del turismo...y voy m�s lejos, no s�lo no aportan un beneficio, sino que cargan a nuestro sistema con nuevos lastres: m�s presi�n en la Caja de la Seguridad Social, necesidad de mayor personal en los servicios de limpieza, repuestos en el mobiliario urbano, y un desgaste de nuestros recursos ecol�gicos.
Al menos la inmigraci�n ha conseguido elevar nuestra tasa de natalidad, esperemos poder integrar en nuestra sociedad a estos nuevos espa�oles para que no nos suceda como en Francia (las batallas campales de los banlieus parisinos del a�o 2005)
La cuesti�n es, �ser� posible revertir este proceso?
Yo abogaría por un cambio en la educación, tanto en la enseñanza media como en la universitaria. Vivimos un momento de "titulitis", todos los jóvenes (al menos, una inmensa mayoría)acaban pasando por la Universidad. No sé si es una cuestión de prestigio, de progreso, o simplemente una forma cómoda para prorrogar el modus vivendi juvenil antes de incorporarse al duro mundo laboral.
En otros países europeos, no todo el mundo es licenciado, ni diplomado, ni doctor. Sólo pasa la élite, los que tendrán que proponer nuevas ideas en el campo de la economía, el derecho, la política, la medicina. En definitiva, los llamados a ocupar los puestos de dirección en las empresas. Todos los demás se convierten en mano de obra no cualificada o, al menos, no tan cualificada, y ocupan puestos -si quieres- "gregarios". No, no estoy defendiendo que el pueblo llano no tenga acceso a la cultura, sino de no generar expectativas que no puedan ser cumplidas. España no está desarrollada por igual, no en todas partes hay tejido empresarial suficiente como para absorber todo ese volumen de licenciados (hablo de contratos). Una de tres: o te conformas con un puesto de trabajo que está por debajo de tu cualificación académico-profesional, o te dedicas a un sector distinto al de tu carrera o emigras.
Quizá deberíamos quitarnos de la cabeza que quien no pasa por la Universidad es un mindundi. A lo mejor deberíamos formar profesionales, o expertos en su oficio, en la atención al público, en el sector administrativo, en la venta al público, en la hostelería...etc, etc. A lo mejor así no habría tanto contrato basura, a lo mejor así los trabajadores darían un resultado más provechoso para las empresas (al encontrarse a gusto con su puesto de trabajo)y, sobre todo, a lo mejor así no habría tanta frustración por no llegar donde sólo llegan 4 (que además de la licenciatura tienen másters, hablan 16 idiomas, aunque en su realidad laboral sólo utilicen uno, etc, etc). A lo mejor así conseguiríamos una Universidad más útil, verdaderamente consagrada a la investigación científica, a las nuevas ideas que deben incluirse en nuestra sociedad. A lo mejor así conseguiríamos que las empresas no buscaran becarios como mano de obra cualificada y barata, sino cantera para renovar la plantilla. A lo mejor así conseguiríamos que no se perdieran profesiones necesarias por falta de personas que quisieran realizarlas.
Yo lo veo más sencillo: En España cada vez serán más notables las diferencias entre ricos y pobres. Está el que puede comprarse 5 pisos y 3 chalets y está el que se pasará buscando alquileres baratos el resto de su vida.
La iniciativa para mejorar España sólo pasa por quienes buscan el lucro. ¿Y quién arriesga un capital más que el que le sobra? Pues ahí está, el que tiene, puede enriquecerse más, pero si no le sale, le da igual, tiene más.
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