05 marzo 2010

Vamos a seguir fatal

Esto no se arregla así, ni de broma. Menos aún, a corto plazo. ¡Y todavía falta de llegar lo peor! Estamos con el agua al cuello, y sigue subiendo la marea. Sigue aumentando el paro, bajan los ingresos, desciende el consumo, se cierran pymes y continúa endeudándose la administración.

Esto lo ve hasta un ciego. Así de claro: ni brotes verdes, ni leches fritas. La economía, por mucho que le duela a nuestro Presidente, no se va a arreglar sola y va a costar muchos años y muchos esfuerzos remontarla.

Advierte Joan Roig, presidente de Mercadona:

"La que viene es gorda. Van a venir momentos duros en España y lo vamos a pagar, salvo que nos decidamos entre todos a subir nuestro nivel de productividad"

"El nivel de vida subió, gracias al dinero que venía de fuera y al boom inmobiliario. Si los españoles no son capaces de subir la productividad, el nivel de vida bajará y el país se empobrecerá. Los españoles tienen que trabajar más y mejor".

"Mejorar la productividad es hacer las cosas mejor, hacerlas con menos recursos, trabajar mejor y más, y esa es la solución. Mejorar en lugar de subvencionar. Yo no creo en las subvenciones, creo más en mejorar el absentismo que en dar subvenciones"

"Lo que sí que es seguro es que hay que equilibrarse: la situación económica mejorará cuando el nivel de productividad del país corresponda al nivel de vida".

"Esto va a pasar queramos o no queramos. O mejoramos la productividad o bajaremos nuestro nivel de vida. Si se equilibra por bajo será que nos hemos empobrecido y África volverá a empezar en los Pirineos y, si somos capaces de mejorar nuestra productividad, subiremos nuestro nivel de vida y seremos un país como hemos sido en la última década".
¿Qué hace falta? ¿Qué no sabe o no quiere hacer Zapatero?

- Apretarse el cinturón (no va a venir más fondos europeos, como antes),
- reducir el gasto público y parar de subir los impuestos (para no hundir la economía),
- reconocer de una vez la crisis y dejar de negarla (recuperar la credibilidad perdida),
- admitir que estamos horrorosamente mal (dejar de anunciar recuperaciones que no existen),
- subir la productividad, sin boom inmobiliario (renunciar al pelotazo y a la corrupción),
- recortar gastos inútiles (sobran cinco ministerios: ¡y todavía pretendía crear otro de Fútbol!),
- atraer la inversión exterior (en vez de insultarla llamándolos especuladores),
- aliarnos con países serios, en vez de filtrear con repúblicas bananeras (como Venezuela, que nombra cargos públicos a etarras)
- dejar de subvencionar al PER, a la deuda histórica andaluza, a las lesbianas guineanas y demás chapuzas, e invertir en enseñanza de calidad, en creación de empleo y en perseguir la corrupción.

1 comentario:

Javier Jurado dijo...

Y cuando hay empresarios que se acostumbrado a un buen nivel de vida, ahora hacen lo imposible por no bajar a la nueva realidad.
Lo que no es normal es que no haya más que ERES de trabajadores (¿para cuándo medidas de las empresas privadas que no perjudiquen sólo a los currantes?)
Si por trabajar, se puede trabajar, pero el nivel de corrupción tanto política como empresarial de este país tampoco tiene desperdicio.