10 abril 2011

¿Qué somos?

Fernando Aramburu afirma en "Tobillo de España" (Babelia, 9/4/11):

"De un tiempo a esta parte, la imagen positiva de que gozaba España entre los demás países europeos se ha resquebrajado. La admiración general adoptaba formas múltiples. No era extraño encontrar autores españoles en los escaparates de las librerías. Música y cine españoles despertaban un respeto sin paliativos.


"Hoy España sólo suscita noticias funestas y ocupa de costumbre (datos económicos, desempleo, informe PISA, deportistas dopados, piratas informáticos) los puestos deshonrosos de las estadísticas. La pérdida de encanto es rotunda y los ciudadanos europeos prefieren cada vez más dirigir su interés hacia otros focos creativos.


"Hoy por hoy, el español arquetípico consiste en un espécimen humano que, encabronado hasta las orejas, aporrea en medio de un atasco, de forma compulsiva, el claxon de su coche. Basta permanecer diez minutos en una de sus calles para comprobar que no pertenece a una élite.

"No incurre en el lenguaje refinado, en las maneras delicadas, en el cultivo de la elegancia: las palabrotas, el tuteo agresivo… No hay más que encender el televisor para darse cuenta de la baja calidad humana que se fomenta y se estila en el país.

"El español actual, me corrigen, es inconcebible sin su móvil pegado a la oreja, hablando con desatada indiscreción y abundancia de errores gramaticales en los vagones de los trenes, en los consultorios médicos o dondequiera que le suene el chisme.

"La gente ¿qué culpa tiene? Los ciudadanos se adaptan e imitan. Se concede mayor relevancia informativa al tobillo de un deportista millonario, que a cuestiones educativas, culturales, financieras...

"Ha habido en el pasado reciente episodios que sonrojan. Ahí va un ejemplo. Tiempo atrás, España fue la invitada de honor de una feria de muestras de Hannover dedicada a la informática. Acudió el presidente del Gobierno, trajeado y sonriente. El mismo día de su llegada saltó a la prensa alemana la noticia del cierre próximo del Consulado General de España en Hannover. Un desaire de marca mayor al anfitrión en Baja Sajonia".

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