Power Point

Hoy damos las clases con imágenes proyectadas de apoyo. El idioma informático PowerPoint permite hacer maravillas con efectos y a todo color. Sin embargo, Franck Frommer no lo recomienda. Lo denigra y critica en su libro: “El pensamiento PowerPoint. Ensayo sobre un programa que nos vuelve estúpidos” (Col. Atalaya, nº 433).

Ese soporte digital condiciona nuestro pensamiento. «¡PowerPoint nos vuelve estúpidos!», afirmó el general de los marines USA James N. Mattis en una conferencia (sin PowerPoint...) pronunciada en abril de 2010 en Carolina del Norte. New York Times lo reprodujo, condenando el uso de PowerPoint en el ejército estadounidense.

«Este libro trata de comprender y evaluar los efectos [devastadores] de lo que he llamado el “pensamiento PowerPoint”. Intenta comprender cómo lo que inicialmente era un simple “soporte” acompañó, aceleró y en ocasiones desencadenó transformaciones fundamentales en el ámbito empresarial, pero también, de un modo más general, en el de la transmisión de la información y del saber. He procurado captar los fundamentos ideológicos de este nuevo soporte -como sabemos, ningún soporte es neutral- y de su creciente hegemonía en la manera de exponer y, sobre todo, de concebir el pensamiento en la sociedad contemporánea» (Franck Frommer).

Hoy nos sobran muchos dibujitos de colorines, y nos faltan bastantes ideas claras. Menos imaginación sensible, y más conceptos intelectuales. Más pensamiento, y menos fantasía. Faltan horas de lectura intelectual, y sobran horas de visión pasiva de imágenes proyectadas.

La inteligencia se debe anteponer al sentimiento. Esta es la regla básica del desarrollo. Pensar desarrolla mucho más que figurar. La inteligencia se nutre de ideas, no de dibujitos. Al ritmo que vamos, las nuevas generaciones no van a leer ni los cómics.