11 junio 2008

Auto crítica de la profesión

Audaz publicación titulada: Un oficio de fracasados. Ahí es nada. Así rotula Rodolfo Serrano su impactante libro negro sobre el periodismo (Ed. Bernice, 156 págs.). Lo subtitula “Libelo pro y contra el periodismo”. Advierte de entrada que prescinde de lo primero (pro), para hacer sangre de lo segundo (contra):

“Como en la actividad periodística, hemos optado por contar lo anormal. No hablamos por tanto, salvo en raras ocasiones, del trabajo bien hecho, de la historia de miles y miles de profesionales que han dignificado y dignifican este oficio”.

Dicho lo cual, Serrano pasa al ataque. Agárrate, que viene curva. No tiene desperdicio. Es la crítica más mordaz y socarrona imaginable, llegando casi a virulenta. Como botón de muestra, no te lo pierdas, lee -si lo soportas- las siguientes definiciones:

Periódico: conjunto de páginas que se regalan en los quioscos al comprar libros, coches, abanicos o cruasanes. Periodismo de investigación: habitualmente, fruto de una filtración. Noticia: “hombre muerde perro”. Trabajo periodístico de calle (citando a Manuel Rivas): “ahora, si ves un periodista por la calle, es probable que sea un despedido”. Tertulias: son un peligro para la salud mental… de todo entienden y de todo pontifican.

Sin cargar demasiado las tintas, ya que toda generalización es falsa e induce a errores, creo que -desgraciadamente- a más de uno le viene esta crítica al pelo. Ya se sabe: ‘Del enemigo, el consejo’. Tal vez vendría bien reconsiderarlo, usándolo al menos como catarsis…

1 comentario:

Álvaro López dijo...

Hola Pedro. Soy Álvaro López, hermano de Miguel López, redactor de La Gaceta. La verdad, me he convertido en un asiduo a tu blog y me parece tremendamente interesante a nosotros, esos ilusos estudiantes que intentamos abrirnos un huequito entre la multitud.
Estoy estudiando 1º de Periodismo en el grupo D. LA verdad me está marchando bastante bien (confesemos que no estoy en una ingeniería). Tengo profesores excelentes y otros no tanto, la verdad, pero supongo que como en todo en esta vida.
Me gusta la carrera, pero me gustaría más ejercerla de manera decente y brillante, como lo está haciendo tanto mi padre como mi hermano.
Usted es un ejemplo. Un fuerte abrazo.
Alvaro