17 junio 2008

Críticas y escarnios

La pulla más pesimista y agorera contra la profesión periodística, que hasta ahora había llegado a mis oídos, era ésta: “Si al acabar la carrera no sirves para nada, hazte periodista”. Pero se ve que la bromita irónica tiene ya su abolengo. El libro que te comentaba el otro día (Un oficio de fracasados) aporta la cita de Mark Twain: “Habiendo fracasado en todos los oficios, decidí hacerme periodista”.

No es sólo este humorista y escritor estadounidense el único detractor censurante de la profesión periodística. Hay también otros que se suman: filósofos, escritores, políticos… Parece que cuesta abstenerse de tratar de hacer leña del árbol caído informativo. Baste con leer estas citas:

"La exageración de toda índole es tan esencial al periodismo, como el arte dramático, pues el objeto del periodismo es hacer que los acontecimientos lleguen lo más lejos posible". (Schopenhauer)

"El periodismo moderno justifica su propia existencia por el gran principio darwiniano de la supervivencia de lo más vulgar".
(Óscar Wilde)

"Un periódico consta siempre del mismo número de palabras, haya noticias o no las haya". (Henry Fielding)

"El hombre que nunca mira un periódico está mejor informado que el que los lee, de la misma manera que el que no sabe nada, está más cerca de la verdad que aquel cuyo espíritu está atiborrado de falsedades y errores". (Thomas Jeffereson)

Son denuncias de peligros y tentaciones (amarillismo, vulgaridad, desinformación…) que aún persisten. Quede bien claro que lo importante no es triunfar pronto y por encima de todo, ni ser engreídos y pedantes, sino caminar siempre derechos, seguros y firmes. Debemos vencer la tentación de obviar los esfuerzos difíciles, en pro de ganar éxitos fáciles.

Todos sabemos que sin acatar la conciencia y sin guardar los cuidados, muchos límites y pegas desaparecen. Es el camino fácil, que lleva al precipicio. El peor daño no lo sufre el lector, sino el que pervierte su profesión, vendiendo su alma al pretendido triunfo. Dios perdona siempre; los hombres, algunas veces; pero tu naturaleza, nunca.

3 comentarios:

Marina Lacalle dijo...

Bueno, está bien que nos critiquemos un poquito y yo soy la primera que lo hacer...precisamente porque al final, el feedback que te llega es "y tú antes de ponerte al micrófono, ¿qué haces?": al final lo que llega es si te equivocas al leer, si hay una errata...en fin, que es una profesión preciosa para quienes la amamos, pero bastante desagradecida. Porque no se ve que para nosotros, cada día de trabajo es el primer día de trabajo: no importa lo bien que lo hayas hecho ayer, porque hoy tienes que volver a empezar de cero. Porque hay días que trabajas para que tus historias se queden en el cajón, porque no hay espacio o no hay tiempo. Eso la gente no lo sabe y a lo mejor debería saberlo para que no nos admitan tampoco el amarillismo y la manipulación.
Podías haber equilibrado un poco este post utilizando citas de Gabo García Márquez, que habla del "orgasmo de la noticia", que define muy bien la sensación de conocer algo antes que nadie y tener que contarlo

Anónimo dijo...

Decia un magnate de la prensa californiana:

"periodismo, es eso que va entre anuncios"


Publicista

;)

Anónimo dijo...

está claro que si eres periodista es porque te va la marcha. Te gusta ser escuchado, tener influencia sobre otros, que tu opinión valga más o llegue a más gente que la de cualquiera. Pero eso también tiene su contrapunto, yo pienso que es divertido.
Por otra parte está el que todo el mundo puede ser periodista, bueno yo pienso que todo el mundo puede ser lo que quiera pero luego está ver si es bueno o malo en lo que hace..