12 febrero 2009

Carta de una alumna

Estimado Pedro, ¿Cómo le va todo?

Soy Paloma, una chica alumna suya de cuarto curso. Le escribo para comentarle mi actual situación laboral. Trabajo en un medio digital local, subiendo noticias, entrevistas y artículos en general, además de atender correos de lectores y ocuparme de las relaciones con los clientes. Hasta ahí, todo correcto. Pero, ¿debo continuar?

Tengo pros y contras, y pido un consejo al respecto.

- Pros: un sueldo aceptable (500 € nada despreciables, tal y como está la economía), el trabajo queda a media hora de casa y estoy aprendiendo mucho, especialmente sobre agilidad y soltura en redacción, en informática y en documentación.

- Contras: me cuesta adaptarme, el sitio es más bien pequeño, el ambiente es cerrado, las funciones encomendadas son muy estáticas, hay presión de trabajo y la temática local no es muy apasionante que digamos. Además, recibo críticas de cómo hago mis tareas.

No me quejo de mi situación. Pero tampoco creo que esté dando al máximo de mis potencialidades. Quiero superarme, quiero progresar, quiero desarrollar todas mis dotes. Dejar ahora este puesto, puede sentar un feo y mal precedente en mi carrera profesional. Por otra parte, veo disposición sincera en mi jefe para ampliarme el contrato cuando acabe el período de prácticas. Además, no me gustaría irme sin tener algo seguro en la mano.

Bueno, después del dilema moral expuesto, espero una respuesta con la voz de la experiencia que me haga tomar una decisión lo más correcta y beneficiosa posible.

Gracias por su atención, nos vemos pronto por clase.

Estimada Paloma:

Desde mi pobre visión, sin que sea yo ningún gurú, ni sabio, ni lumbrera, opino lo siguiente:

1.- Mientras aguantes, quédate. Pero si no lo resistes, si te hartas, pones una amable excusa, pides perdón, y te largas.

-Es mejor andar a pasos, que dando saltos: se camina más seguro manteniendo un pié bien fijado firme en el suelo, y levantando sólo el otro. Por sentido común, es recomendable pasar progresivamente, desde lo menos bueno, hacia lo mejor, pero sin dejar tirado ni abandonado lo anterior. ¿Por qué? Por currículum, por antecedentes, por fuentes anteriores de recomendación y de referencias, por imagen, por seguridad, por estabilidad, por confianza, por tranquilidad, por no arriesgarlo todo sin necesidad...

2.- Atenta a lo principal: el sueldo, el contrato, y el puesto, para ti ahora no significan nada. Nada de nada.

- ¿Por qué? Porque estás comenzando. Ahora lo que importa es aprender, ganar en currículum y en experiencia, y conseguir ganar contactos. Malo sería que no fueses capaz ahora de ganarte el aval, la garantía y el respaldo de tu primer jefe. Consíguelo. Cúrratelo. Métetele en el bote. Haz que se muera de gusto contigo. Déjate enseñar. Haz por progresar. Demuéstrale que te aprovecha todo lo que él está invirtiendo en ti y en tu formación.

3.- Desténsate, desestrésate, desahógate, descarga tensión. Esfuérzate en reponer y recobrar tus fuerzas, con el mismo afán que para gastarlas.

- Haz deporte, ten amigos, juega en tus hobbies, descanas con tus aficiones, tómate descansos, haz lecturas, monta planes, atiende a tu formación... con lo que sea. Búscate algo que te tenga contenta, que te distraiga de la carga laboral, que te ilusione y te anime, que te permita cerrar los ojos cuando no aguantes más, y que te recuerde que tienes la cancha o la piscina o el grupo de música o lo que sea, esperándote para disfrutarlo en cuanto termines de trabajar. Eso sí que es un manjar celestial.

4.- Del enemigo, el consejo.

- Agradece las correcciones. Saca partido de lo que te critican. Déjate enmendar y enseñar. Una vez que hayas aprendido lo que allí gusta, luego ya verás si lo haces o no lo haces, pero no te supone ninguna pega ni ninguna carga el haber conseguido aprenderlo.

5.- Apertura al mundo, mente abierta, visión universal.

- Prevé planes, organiza futuros proyectos, piensa en metas que lograr. Tienes que abrir tu horizonte a todo lo que te quepa. No cierres tu capacidad de progresar. Plantea tus aspiraciones a corto, medio y largo plazo. Piensa dónde quieres estar cuando tengas los 30 años. Si no, es imposible que lo consigas, si antes no lo planeas.

6.- Arriba, adelante, aúpa: a volar, a subir, a mejorar.

- Es estupendo tener un curro al lado de casa, en tu mismo idioma, y con gente próxima. No lo niego. Sácale todo el partido que puedas. Todo el tiempo de desplazamiento que te evitas, dedícalo a aprender idiomas, a perfeccionar y a actualizar tus técnicas y tus destrezas laborales.

7.- Desarrolla tu capacidad de adaptación, de acomodación, de amoldarte.

- Aprende a convivir. Desarrolla tu capacidad de tratar con personas muy distintas a tu manera de ser, de trabajar, de pensar y de comportarte. Gana la destreza de poder congeniar con cualquier tipo de profesionales, sin importarte las menudencias, sin quedarte en las minucias, sino yendo a lo fundamental, a lo valioso e importante.

Creo que tienes que ahondar en estos aspectos que te propongo. No es tarea fácil. Se trata de desarrollar tus potencialidades, de saber tragar, de aumentar tu fuerza para resistir y soportar las diferencias y las incomodidades. Sólo así lograrás gestar dentro de ti un carácter de líder, una entereza fuerte y una personalidad constituida.

Esto es lo que te digo de momento. Si se me ocurre algo más, te lo comunico de inmediato. Quedo a tu entera disposición para lo que quieras, con mi más cordial saludo.

No hay comentarios: