Habrás oído que lo importante de la universidad es sacarte el dichoso título, como sea. Para algunos, en los estudios universitarios sólo importa conseguirte el papelito de Licenciado, invirtiendo para ello el mínimo coste y el menor esfuerzo. Punto. Lo demás, pamplinas… salvo que te consigas sacar un expediente bandera, top level, que te abra todas las puertas a obtener mil becas y ofertas. Pero en todo lo demás, hagas mucho o hagas poco, da casi lo mismo.
No entro a discutir ese planteamiento. Desgraciadamente, en muchos casos, puede tener incluso su parte de verdad. Para algunos, tal vez muchos, tal vez esté ahí lo mejor que puedan lograr. Pero eso es sólo recomendable al montón, a la masa. Si tú valoras más, de verdad, lo máximo que realmente puedes conseguir, tu respuesta será muy distinta a esa.
Me preguntarás: ¿Qué es eso tan valioso, tan maravilloso, que la masa no consigue, y que yo sí puedo lograr? Te contesto rápido aquí mismo, a vuelapluma. Te ofrezco veinte metas que puedes conseguir:
1.- Tu titulación. Pero no de cualquier modo, sino obtenida con holgura y sin parches. Curso al año, no hace daño. No es tan difícil, y sí es cuestión clave para todo lo demás: gozar de veranos disponibles, nada de pasarte noches en blanco, obtener un aprendizaje bien madurado y digerido sin atracones...
2.- Tu Currículum Vitae. Eso es tan importante para ti, como tu tarjeta de visita. Es tu credencial, el aval más cierto de todos tus logros y tus méritos. Cuídalo y auméntalo constantemente. Mejóralo cuanto más puedas. Enriquécelo al máximo.
3.- Tu know how: las destrezas que verdaderamente posees, tus capacidades propias desarrolladas y actualizadas, tu saber hacer, tu facilidad de desempeño, tu responsabilidad para asumir tareas y proyectos. Eso es algo que se logra, y es lo que más cuenta.
4.- Tu especialización. Ser sólo un titulado a secas, es sinónimo de nada. Debes definir y concretar tu desenvoltura en un ámbito preciso, en un sector específico, en un área determinada.
5.- Tu formación de postgrado. Puedes realizarla al mismo tiempo que vas terminando tu carrera: un máster de prestigio, un programa reconocido, un curso bueno de capacitación o cualquier otro plan eficaz que remache tu trayectoria.
6.- Tu tercer ciclo. ¿Por qué no haces el doctorado? No es tan imposible, ni tampoco está reservado a las estrellas. A nada que no tengas una razón poderosa para no cursarlo, tienes que plantearte al menos la posibilidad de intentarlo.
7.- Tu plan de formación permanente. Debes mantenerte actualizado, al día, modernizando todo tu saber. De otro modo, en un par de años te quedas obsoleto y fuera de juego, inútil y profesionalmente desahuciado.
8.- Asistencia a Foros. Estar presente en las reuniones y ferias de tu sector. Allí es donde se ven los gurús de tu gremio, donde se conocen los avances incorporados, donde se descubre la tendencia general del área.
9.- Asociaciones de las que formas parte. Primero, de estudiantes y de profesionales noveles. Pero a renglón seguido, tomar parte activa, responsabilizarte en algún puesto e involucrarte como miembro activo en lo que tus gustos, preferencias y aficiones te inclinen.
10.- Network. Relaciones. Contactos. Compañeros. Colegas. Conocidos. Conocerles: su cumpleaños, su móvil, su e-mail, su dirección postal, su teléfono fijo, su localización, etc. Tú vales, lo que otros estén dispuestos a hacer por ti.
11.- Mentores. Guías, consejeros, padrinos y enchufes. Fundamental para moverse, para conseguir algo, y más en una cultura mediterránea latina como es la nuestra.
12.- Idiomas. El inglés es para poder abrir la boca con cualquiera. Eso no es más que el mínimo exigible a cualquier estudiante. Los idiomas es aspirar más arriba: francés, alemán, italiano, ruso, chino… Y repasarlos, mantenerlos vivos y frescos.
13.- Informática. Ordenadores, agenda electrónica, idiomas básicos… Mantener tu Blog vivo, estar accesible en tu buzón, ser colaborador digital siquiera de algún medio online.
14.- Plan de lecturas. Hay publicaciones periódicas básicas que resulta imperdonable que no las consultes en cuanto se oferten al lector. Y hay títulos nuevos de escritos que aparecen en el mercado editorial, que es inexcusable no haberlos leído.
15.- Plan profesional. Qué metas, logros y puestos aspiras haber alcanzado en corto, medio y largo plazo. Como afirma David Isaacs, en su obra “Educación en las Virtudes Humanas”: Hay algo peor que no hacer las cosas, que es no saber si las has hecho o si no las has hecho, porque ni siquiera te habías planteado hacerlas. Fíjate objetivos con sus fechas, y así luego podrás saber si lo hiciste o no lo hiciste.
16.- Publicaciones. Hay que estar abierto al mundo, tanto lector, como oyente o espectador, e incluso usuario de Internet. Lo que no está en los medios, no está en el mundo. No puedes vivir fuera de la vida social y pública. Tienes que darte a conocer. Mantén un portafolio con tus publicaciones, para poder presentarlas como tu mejor respaldo.
17.- Congresos: participación e intervención, y si es posible, lograr figurar como organizador, conferenciante o invitado.
18.- Formar parte de un grupo. Lograr que te reconozcan y te adscriban. Incorporarte a un equipo profesional o de investigación. Tener maestros y generar discípulos. Integrarte en las redes de los profesionales de tu ámbito.
19.- Salidas al extranjero. Y si es posible, a USA. Irte fuera. Batirte el cobre por ti mismo. Sacarte las castañas del fuego, y saber relacionarte por encima de las barreras idiomáticas, culturales y de mentalidad. Hay que tener amigos, hasta en el infierno.
20.- Cuidar tu formación integral, en todos sus aspectos: lo que nunca hizo Pepe, no lo hará jamás don José. Formarte en todos los aspectos esperados en una persona de elite, de la aristocracia de la inteligencia. Los viajes y los eventos, tu vida social y deportiva, cultural y humana, musical y literaria, de cine y de historia, de moda y de usos de cortesía… En una palabra, ser todo un universitario entero, cabal y completo: poder actuar como una dama o como un caballero siempre, como un profesional, ante cualquier circunstancia.
1 comentario:
Tomo nota Don Pedro.
Muchas gracias por tus consejos!
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