Tal vez lo más propio de USA sea su mente abierta. En eso, son todo un ejemplo de convivencia que imitar. Cabe todo. Nadie se asusta ante los cambios. “Why not?” Ése es el argumento más esgrimido en la «mentalidad americana»: “¿Por qué no admitirlo?” Queda terminantemente prohibido rechazar de entrada algo sin estudiarlo antes.
Su «mentalidad abierta» caracteriza la idiosincrasia americana: visión amplia, sin obcecarse en el pasado (pues casi ni lo tienen). Apertura a cambios y propuestas. Disposición dialogante. Capacidad de discusión. "Keep an open mind", es siempre su consejo tolerante: evitar la tendencia a resistir puntos de vista o conductas opuestas o sorprendentes.
Ser ‘open minded’ está bien visto por una sociedad que confía de corazón y entiende por enicma de todo el concepto de libertad. No caen en chauvinismos ni cerrazones pueblerinas. Abren sus brazos a cualquiera que aporte avance y progreso: “be open to foreign competitors who are doing everything they can better”.
Open mind es una marca registrada de la sociedad norteamericana que crea y exporta sus productos de forma libre, eficiente y eficaz. Ser open minded es aceptar todo sin desautorizaciones previas. Por tanto, de entrada, todo vale. Nada escandaliza. Libertad de investigación (free inquiry) e inteligencia abierta (open mind) siempre respetuosa con el contrario.
Siempre admiten algo diferente para hacer: ‘new ideas’ para la empresa, la vida y la educación. Su cultura es propia de la juventud: busca enseñar y compartir, innovation y learning (innovación y aprendizaje), “teniendo siempre una "open mind" hacia los cambios y la investigación” (Edgar Van Der Berghe: ‘Gestión y gerencia empresariales aplicadas al siglo XXI’, p. 150).
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