¿Cómo se arregla la crisis?

Trabajando duro, creando empresas, ahorrando costes, economizando al máximo, buscando la rentabilidad, aminorando la deuda y haciéndolo todo con responsabilidad.

Es decir: exactamente al revés de cómo lleva ocho años haciendo Zapatero:

- jugando al gratis total,
- dándolo todo subvencionado,
- endeudándose hasta el cuello,
- castigando a la iniciativa privada,
- estatalizando los servicios para convertirlos en deficitarios,
- llenándolo todo de funcionarios inútiles,
- eliminando toda responsabilidad,
- pensando que Angela Merkel bajará del cielo para arreglarlo todo.

Juan Rosell, presidente de CEOE, en El Ágora de El Economista, ha acusado a España de su "complacencia", por no sentirse obligada a cambiar nada ni a esforzarse más. Parece como si el dinero de la Unión Europea fuese a arreglarlo todo, gratis total, sin mayor problema.

La Europa del norte se ha exigido, mientras la Europa del sur sigue vagueando. Según Rosell, para sacar a España de la crisis, debemos cambiar el funcionamiento de los servicios públicos:

1.- acabar con los funcionarios "prepotentes e incumplidores": evaluarles y hacerles ver que "no son dueños de su puesto" de trabajo.

2.- penalizar el absentismo laboral, contra abusos de visitas al médico.

3.- eliminar el fracaso estudiantil: "Al estudiante hay que decirle que un fracaso se le puede consentir, pero que esté ocho años para acabar una carrera de cinco, no se le puede consentir y no se lo vamos a pagar siempre".

Solución:

1.- Hay que hacer sacrificios, reducir gastos y servicios, y trabajar mucho.

2.- España no creará nunca empleo, si su economía no crece por encima del 2%.

3.- El Estado debe simplificar "mucho" su estructura y reducir sus gastos, "como están haciendo también las empresas": reduciendo los servicios, pues así está la vida.

No se puede despilfarrar gastando lo que no se tiene, pagándolo todo alegremente: abortos, parados, subvenciones, políticos, funcionarios, jubilados, cambios de sexo, PER andaluz-extremeño-manchego, corrupción, obras urbanas suntuosas y lujosas, empresas públicas, ayudas a ONG de amigos, Plan E de Zapatero…

Vamos, que esto es el derroche y el despilfarro: la anti-economía, la ausencia de rentabilidad, la facilonería, la irresponsabilidad, el déficit, la ineptitud… Políticos como Montilla en Cataluña, Patxi López en Euskadi o Pepiño Blanco en Moncloa, que no tienen ni el nivel de estudios de los 18 años, jugando estúpidamente a intentar llevar la economía del estado. Así nos va.

"La vida no es fácil", ha dicho Rosell. El estado del bienestar, como cualquier otro estado, sea el que sea, debe comenzar por no gastarse nunca más de lo que se gana: justo al revés de como hasta ahora ha estado haciendo Zapatero.