Nos falta todavía algo por aprender. Me escriben hoy dos alumnos amigos míos, desde Escocia y Alemania. Les impresiona ver cómo viven la honradez en otros países. Copio sus cartas.
“Ayer salí de fiesta con unos amigos. Uno era abogado y el otro se dedica a transacciones petrolíferas entre Sudamérica y Reino Unido. Los dos dejaron las bicis en la puerta de la garita, sin cadena ni nada.... Y al salir a las cuatro de la madrugada seguían las bicis allí intactas. Yo flipé. Les dije lo que hubiera pasado en España.”
“Hola, Pedro. Te adjunto en PDF la página con la entrevista que me han hecho en la revista universitaria Ottfried (en calidad de estudiante Erasmus): ‘Con Insomnio en Batmberg’. “Aunque el estudiante de Ciencias de Comunicación no ve diferencias fundamentales entre Alemania y España, si se sorprendió más de una vez. 'He dejado mi bicicleta hasta cinco días en la estación de tren sin atar. Al venir de vuelta seguía ahí', cuenta con un acento español, que se nota sobre todo por una acerada 'S'. Esta confianza y el respeto por la propiedad privada le gustan especialmente de la cultura alemana”.
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