“Hay un ‘sálvese quien pueda’ flotando en el ambiente y por eso es necesario inyectar otra conciencia. De esto se puede y se debe ocupar la educación”.
La clave está en un cambio profundo en la educación. Desatendemos el perfeccionamiento: “nadie habla de desarrollo humano, de ayudar a las personas a que sean lo que pueden ser, de ayudarles a crecer. El fin de la educación es conseguir que las personas lleguemos a ser lo que hemos venido a ser”.
Si buscamos las notas para aprobar los exámenes y aprender sólo por un interés, “eso es una educación que no educa. ¡Cómo va a haber desarrollo humano si se educa en el nihilismo, el egoísmo malsano y en buscar sólo mis ventajas! Eso es convertirnos en factores de producción idiotizados, en vez de cumplir nuestra propia naturaleza”.
“Uno de los objetivos de la educación debería ser desarrollar la empatía y el amor al prójimo, lo cual pasa por el autoconocimiento, porque para llegar al otro antes he de llegar a mí mismo. La empatía significa resonar con los valores de otro, es un amor que nos lleva al aprendizaje. Necesitamos educar en el encuentro con el otro, donde hay un tú y un yo y donde reside el misterio del uno más uno igual a infinito. Porque implicarnos con el otro nos hace evolucionar. Pero esto no se hace, la educación se queda en el academicismo”.
Los antiguos Maestros no intentaban educar a la gente, sino que, suavemente, enseñaban a no saber. Las personas son difíciles de guiar cuando creen que saben las respuestas. Cuando saben que no saben, encuentran su propio camino. (Lao Tse)
La clave está en un cambio profundo en la educación. Desatendemos el perfeccionamiento: “nadie habla de desarrollo humano, de ayudar a las personas a que sean lo que pueden ser, de ayudarles a crecer. El fin de la educación es conseguir que las personas lleguemos a ser lo que hemos venido a ser”.
Si buscamos las notas para aprobar los exámenes y aprender sólo por un interés, “eso es una educación que no educa. ¡Cómo va a haber desarrollo humano si se educa en el nihilismo, el egoísmo malsano y en buscar sólo mis ventajas! Eso es convertirnos en factores de producción idiotizados, en vez de cumplir nuestra propia naturaleza”.
“Uno de los objetivos de la educación debería ser desarrollar la empatía y el amor al prójimo, lo cual pasa por el autoconocimiento, porque para llegar al otro antes he de llegar a mí mismo. La empatía significa resonar con los valores de otro, es un amor que nos lleva al aprendizaje. Necesitamos educar en el encuentro con el otro, donde hay un tú y un yo y donde reside el misterio del uno más uno igual a infinito. Porque implicarnos con el otro nos hace evolucionar. Pero esto no se hace, la educación se queda en el academicismo”.
Los antiguos Maestros no intentaban educar a la gente, sino que, suavemente, enseñaban a no saber. Las personas son difíciles de guiar cuando creen que saben las respuestas. Cuando saben que no saben, encuentran su propio camino. (Lao Tse)
1 comentario:
Estoy de acuerdo. La comunidad educativa debe reflexionar constantemente sobre cómo mejorar. Es necesario y la implicación debe ser de todos: profesores, alumnos, Instituciones...
La actitud actual es la de "sálvese quien pueda"; debemos cambiar, todos tenemos que aportar algo. ¿Por qué no trabajar más en equipo por un futuro mejor? Hay que eliminar ciertas barreras entre unos y otros; apostar por una mayor cercanía e interacción.
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