Los trabajadores de la M-30, esa construcción faraónica de circunvalación de Madrid, han creado su Belén monumental. Reciclando materiales de desecho de la obra (muy ecológico), arrimando el hombro y aportando 200 euros de su bolsillo (sin pedir subvenciones oficiales), en sus horas libres han elaborado esta gran creación artística suya. (Fotos: Carlos Miralles, elmundo.es)
Roberto Bécares cuenta cómo los empleados de seguridad y los obreros que trabajan se han currado un belén de tamaño natural, con ovejitas y todo. Está a la altura de Conde Casal. La idea surgió hace unos 15 días. Querían hacer algo por Navidad, un belén, pero no uno chiquito, sino algo que se correspondiera al tamaño mastodóntico de las obras, llenando un espacio de unos doce metros de largo por seis de ancho
Han hecho virguerías. Algo digno, vamos. La ferralla sirvió para hacer la estructura de los personajes: la Virgen María, José y tres pastores con un pequeño zagal. Sobre el armazón, pusieron rellenos de papel y monos desechables, pintaron unas caretas y las barbas las sacaron de telas con pelo. Las ovejas, el buey y la mula fueron un proyecto de 'maese' Jose María Rodríguez, empleado de seguridad, que sobre grandes trozos de corcho les fue dando forma.
"Hemos aprovechado al máximo los materiales que teníamos y cada uno hemos puesto cosas de casa. Por ejemplo, hemos robado frutas de céramica de casa de nuestras madres", explica José Luis Bahonza, técnico de seguridad. "Hemos puesto mucha ilusión, y no sólo gente cristiana, sino también musulmanes, incluso budistas. Todos han querido hacer algo".
Fabricaron con la ferralla una estrella de cuatro metros de largo, que colocaron a la entrada del portal. Compraron entre todos luces y los electricistas hicieron la instalación. El pasado lunes, reunieron a todos los trabajadores, abrieron la lona que ocultaba la sorpresa y cantaron villancicos alrededor del belén. "Muchos se quedaron asombrados porque pensaban que iba a ser chiquitito", explica Bahonza.
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