Desde el blog y vestido de Rey Mago (de Oriente, por supuesto), te felicito de corazón el año nuevo 2007. Te deseo con toda mi alma lo que ayer no tuvimos en Madrid: paz, libertad, felicidad y respeto, para saber convivir todos unidos: pienses como pienses, vistas como vistas, seas de donde seas y del color que prefieras. Te lo dice uno de Bilbao, del mismo Bilbao [pincha aquí si quieres verme], con boca de Metro y todo.
Tristemente Barajas era ayer una muestra de nuestra Aldea Global destruida. Fueron allí víctimas gentes de todas las procedencias, de los cinco continentes, de cualquier nacionalidad y pigmento racial, pero todos unidos por el acontecer humano: personas libres buscando vivir respetando los mismos valores e intereses compartidos.
En este mundo del tercer milenio, digan lo que digan, hay sitio de sobra para todos. Es muchísimo más lo que nos une, que lo que nos separa. El mundo entero es nuestro. No hay fronteras, ya no existen las barreras. Sólo quedan cuatro dictaduras como Cuba, Corea del Norte y algún fundamentalismo más, con menos porvenir que la venta de peines para calvos.
Todos somos hermanos. Tenemos la misma sangre. Compartimos la misma dignidad humana de ser personas. Así lo anuncia el Papa en su Mensaje para la Jornada Mundial por la paz: “Una paz estable y verdadera presupone el respeto universal de los derechos del hombre. Pero si éstos se basan en una concepción relativista de la persona, desaparecen. (…) Para algunos, será la persona humana caracterizada por una dignidad permanente y por derechos siempre válidos; para otros, una persona con dignidad versátil y con derechos siempre negociables”. Si no defendemos que TODO HOMBRE ES PERSONA, pobre, emigrante, inválido, disminuido, e incluso culpable, moribundo, desahuciado, anciano o non nato, los derechos humanos quedan en papel mojado.
Cita por último el Papa a Mahatma Gandhi: “Es patente que los derechos del hombre implican a su vez deberes. A este respecto, bien decía el mahatma Gandhi: «El Ganges de los derechos, desciende del Himalaya de los deberes».” Los derechos humanos universales, exigen los deberes también universales de respeto a las personas: sin barreras de razas ni de idiomas, piensen como piensen, sean de donde sean. Todos los hombres somos hermanos: respiramos el mismo aire, bebemos el mismo agua, pisamos el mismo suelo, habitamos el mismo planeta y vemos el mismo cielo. -Busca en tu entorno al más necesitado o aislado, enfermo o desvalido, triste o deprimido que veas, y bríndale hoy un rato de tu amistad y compañía. ¡Feliz 2007!
5 comentarios:
qué bonito eso de que hasta el culpable es persona. qué gran veradad...
qué bonito eso de que hasta el culpable es persona. qué gran verdad... con esa filosofía llegaríamos lejos.
Hola Pedro:
Me uno a tu felicitación de Año Nuevo y al mensaje de que todos, seamos de donde seamos, tengamos el color de piel que tengamos y pensemos de la forma en que lo hagamos, tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones. Todos tenemos cabida en un mundo que, ojalá, algún día esté vacío de guerras, odio, violencia, xenofobia, racismo y pobreza. Lo malo, que estos mensajes nunca llegan a oídos del poder. Ya va siendo hora de que la ciudadanía se movlice, ¿porqué no desde este nuevo 2007?
Os deseo de corazón todo lo mejor para este año que acaba, y mis mejores deseos para aquellos que ayer sufrieron el atentado de Barajas.
eres un crack hermano. este año haremos más especial y más feliz nuestra existencia. sonreír mola, y alegrarle el día a la gente me realiza. ayuda a tus amigos, y ayuda más si cabe a tus enemigos. he ahí el mejor camino. aunque supiese que mañana se acabase el mundo, plantaría un árbol hoy. y se que tengo muchos hermanos que me ayudarían en la tarea. Hagámoslo. un abrazo Pedro. Gracias por lo que haces tío.
Anda queeeee, vaya toalla, amigo...me refiero a la que llevas puesta en la cabeza...
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