¿Es Internet una amenaza mayor para los diarios de papel? “Creo que sí, responde. Cuando yo llegué a este puesto, la Red había golpeado a los periódicos y mi previsión era que iba a pasar lo mismo con las revistas. Ahora pienso de forma muy diferente. Creo que esa especie de huracán que es Internet está ayudando a las revistas, y a las ediciones de los sábados y de los domingos de la prensa”.
¿Por qué? “Porque cuando uno tiene más tiempo para leer, prefiere hacerlo en papel. Si uno compite por información financiera o deportiva, sale perdiendo, porque la gente la mira en su ordenador, pero es muy distinta la experiencia de leer algo más profundo”.
¿Tiene los periódicos impresos alguna oportunidad e sobrevivir? “Es difícil decirlo. Tendrán que replantearse lo que están haciendo. El Mundo desde luego es un buen ejemplo. Ustedes tienen una fantástica base de lectores en España, pero ahora con elmundo.es pueden llegar a millones de lectores en Latinoamérica. Es sólo una cuestión de replantearse el modelo”.
En este escenario, ¿harán falta más o memos periodistas? “Más, por supuesto. Hay muchas cosas por hacer en Internet que requerirán más profesionales. Usted es joven. Seguro que la mayoría de sus compañeros de carrera están trabajando en proyectos en Internet. Mi impresión es que el sector de los periódicos seguirá creciendo”.
Liberal en lo económico y en lo social, sostiene que “Parte del formidable éxito económico de España es una burbuja inmobiliaria”, aunque “ni Zara ni los bancos tienen que ver con ese sector, y son parte del éxito español también”.
Para él la globalización nos obliga a todos a adoptar una perspectiva mundial. Hoy se “necesita saber lo que pesa en China, porque hay alguien allí que está produciendo lo mismo; debe saber lo que pasa en la India porque hay alguien allí que puede hacer el trabajo que hace; y, por supuesto, debe saber lo que ocurre en Pakistán porque hay un lunático en una cueva que ha podido inspirar a los terroristas que han atacado Madrid”.
Ante la pregunta ‘¿Cree usted en Dios?’, responde que él es católico. Y ante ‘¿Por qué la religión no muere?,’ sostiene que “No sólo no muere, sino que está más viva que nunca. La gente creyó que la modernidad había matado a la religión, pero es justo lo contrario. Todas las pruebas nos dicen que la modernidad ha ayudado a la religión”.
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