«Groucho Marx se equivocó cuando dijo que no le importaba pertenecer a ningún club al que le admitiera como miembro. De hecho, hay pocas cosas en la vida que hieran tanto la autoestima, como el quedar excluido de una reunión donde piensas que en justicia perteneces.
«En un intento de evitar ese destino, José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente de Gobierno en España, ha arrojado a un lado su dignidad, importunado a todos y cada uno pidiendo ser invitado a la conferencia del 15 de noviembre. La idea era que la conferencia contara con la presencia de las economías desarrolladas del G-8 y de los 12 grandes países en desarrollo. España no pertenece a ninguno de esos dos grupos.
«Su no-invitación puede deberse en algo al señor Zapatero, por su abrupta retirada de las tropas de Iraq en 2004. Pero si España es pasada por alto con demasiada facilidad, parte de la culpa es del señor Zapatero, [ya] que ha mostrado poco interés en el mundo fuera de España. Con este provincianismo, Zapatero representa fielmente un país donde la descentralización ha traído beneficios, pero que ha empequeñecido sus horizontes políticos. Lo cual no reduce su coste potencial.
«Hay que pagar la cuenta, señores» [sic, en castellano en el original]
«En las tres décadas desde que emergió de la dictadura, España se ha convertido en una de las historias mundiales de mayor éxito. Se ha convertido en una sólida democracia y en una sociedad tolerante. Hasta hace poco estaba creando uno de cada tres nuevos puestos de trabajo en la zona euro.
«Pero el problema de la vivienda, junto con la crisis financiera en el extranjero, ha enviado a España arrastras hacia la recesión. Para una economía que ha crecido en cerca de 4% al año durante una década, esta es una experiencia dolorosa. Ya este año el desempleo se ha disparado pasando de 750.000 a 2,8 millones, el 12,3% de la mano de obra.
«Después de haberle restado importancia inicialmente a la crisis, el señor Zapatero ha respondido razonablemente a la caída. El gobierno ha anunciado medidas. Entre ellas figuran las reformas estructurales, especialmente del mercado de trabajo, para superar la creciente pérdida de competitividad de España, pues ya no es un ya no es un lugar barato para hacer negocios, y sus trabajadores no son especialmente productivos.
«En contraste con las formas de sus dos predecesores, Felipe González y José María Aznar, Zapatero ha eliminado el papel de España como un actor importante en Europa y como puente hacia las Américas. La historia puede juzgar si el señor Zapatero tenía razón al oponerse a la guerra en Iraq.
«Sin embargo, gracias a él y a su ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, España tiene una política exterior que se asemeja a los intereses de una ONG, en lugar de buscar el interés nacional de un país que quiera ser tratado como un líder mundial. En el primer mandato del señor Zapatero, su principal iniciativa fue una digna pero nebulosa "Alianza de Civilizaciones". En su segundo mandato se ha fijado como objetivo la abolición mundial de la pena de muerte.
«El Señor Zapatero se ha demostrado como un experto político táctico. Pero él no ha mostrado ninguna voluntad de dirigir su a Partido Socialista fuera de su zona cómoda de lo políticamente correcto. Si el éxito reconocible de España no es ahora el ser imitada por su estancamiento y por su escasez de relevancia internacional, él tendrá que arreglarlo».
(Fotos: habiendo pisado Zapatero una sola vez la Casa Blanca, sin embargo le encanta codearse son los Presidentes sudamericanos favorables a Fidel Castro; irritó al gigante americano no poniéndose de pie al paso de su bandera; ignorante del inglés, no es capaz de alternar con los líderes europeos).
No hay comentarios:
Publicar un comentario