Pasaba todas las mañanas junto a una construcción. El perro de guardia ladraba furioso contra los viandantes. Un día al pasar, no oí nada. Vi al perro dormitar tranquilo. Pregunté a los obreros qué le pasaba. – Nada, me respondieron. ¡Que le han hecho funcionario!
Cada empleado público cuesta casi el doble que un trabajador privado. En cifras, cada funcionario le cuesta en 2009 al Estado 50.000 euros. ¿Tanto? Si divides los 33.057 millones de gastos de personal en los Presupuestos Generales del Estado de 2009, entre los 659.400 funcionarios de la Administración pública estatal y Universidades, casi duplica el coste laboral de un empleado del sector privado. Éste cuesta, según la última Encuesta Trimestral, del Instituto Nacional de Estadística (INE), sólo 28.800 euros.
En 2009, nueve de cada cien euros de los presupuestos irán a gastos de personal. Crece un 5,6%: más que la media de gasto. ¿Por qué? Porque hace falta para pagar los pluses de antigüedad: trienios, cuatrienios y quinquenios. También se debe a la subida de sueldo de los funcionarios: el 4% de incremento, para la Administración central.
Tenemos más de 2,5 millones de funcionarios. Aumentaron incluso durante la crisis. El sector privado, en cambio, ha destruido 600.000 empleos. Curiosamente, las comunidades con más paro, acumulan el mayor porcentaje de funcionarios por habitante.
España tiene el mayor porcentaje de funcionarios por trabajador de Europa, salvo Francia. En el sector público está empleado un 15% de los trabajadores. ¿Son más productivos? Según un análisis de Manuel Balmaseda y Ángel Melguizo, del Servicio de Estudios del BBVA, recogiendo datos hasta 2004, publicado el pasado año por el Círculo de Empresarios, la productividad ha aumentado en el sector privado a un ritmo tres veces mayor que en el sector público.
Se ve que el mejor modelo a imitar, no parece ser el de Cuba.
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