01 enero 2009

¡Feliz 2009!

Brindo por todos, alzo mi copa a favor del mundo entero, en este año nuevo. ¡Viva la alegría feliz, viva la convivencia humana, viva la solidaridad total, vivan los valores humanos, viva este gran mundo nuestro en que vivimos!

Con todo, seguimos siendo los mismos, y continuamos sufriendo igual. No soy tan ingenuo de pensar que baste con el mero cierre de la rotación solar, para cambiar a los lobos en corderos, ni transformar a los desalmados en hermanitas de la caridad…

Sin embargo, suceda lo que suceda, yo apuesto radical y decididamente por el hombre: también por el de este siglo. Somos muchos los que queremos vivir en paz. Somos bastantes más los que rechazamos el mal y abominamos de lo inhumano que degrada y envilece.

A pesar de la actual crisis (que seguirá en 2010),
a pesar del terrorismo (ETA atacó ayer),
a pesar de la violencia (Gaza, Sudán, Congo, Pakistán, Irak, Afganistán, Somalia, Colombia…),
a pesar de la política corrupta (mentira tras mentira, promesas falsas, robos descarados, compras descaradas de apoyos)…

A pesar de todo eso, y de aún más,
creo decididamente en la fe de las personas,
me fío del buen hacer de los hombres,
apuesto por el corazón limpio de muchos,
y lanzo desde aquí mi mano abierta
a todo el que quiera hacer de este mundo
un lugar humano, digno, habitable y en paz.

¡Feliz 2009, para cuantos queremos ser felices siempre!
¡Seguro que lo conseguiremos!

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Claro que lo conseguiremos! Yo tengo mucha esperanza en estos neoperiodistas que están a punto de llegar al campo de batalla de la supervivencia, en este mundo cada vez más inhóspito, incívico e inclemente que hemos logrado crear con tanto esfuerzo.

Porque ha costado mucho tiempo y trabajo ir arrancando las buenas hierbas de siempre, ir destruyendo los modelos tradicionales de honradez, de ética, de educación y de moral, y “el ridículo y desfasado mito de que “el esfuerzo, el trabajo y la constancia son las únicas herramientas que permiten llegar al triunfo, tanto personal como social...”.
(¡Qué bobada!¡Qué ingenuos e infantiles eran antes los hombres!)

Pues todo eso se ha conseguido, y en no muchos años. Pero…

¿Y porqué ahora esta nueva hornada de hombres y mujeres, que están llenos de fuerza y de ilusiones, que disponen de una gigantesca información, que manejan las técnicas más avanzadas y que no tienen miedo a casi nada, no va a poder lograr que desaparezcan todas las miserias, las injusticias y los males que afectan a nuestra sociedad enferma, para devolverle la salud, la dignidad y la prosperidad que merece?

Profesor, usted nos dio, al comenzar el curso, un papelín con consejos. Si los siguen, estos jóvenes de ahora PUEDEN sin duda arreglar tanto desaguisado, renovar y sanear la sociedad en la que les ha tocado vivir. ¡Y van a hacerlo!

¡Claro que lo conseguiremos!

¡Feliz Año Nuevo a todos!

Carmen.