¿Diálogo de civilizaciones, o más bien diálogo de sordos? La reciprocidad, es el principio básico de todo acuerdo de respeto. “Si yo a ti, tú también a mí”. Pues ya se ve que es un principio inaceptable para ciertas culturas. Musulmanes y radicales pueden exigir que nosotros respetemos AQUÍ sus peculiaridades como minorías. Eso sí: no se te ocurra decirles que hagan ellos ALLÍ lo propio con la tuya. “Lo mío es mío, y lo tuyo de los dos”. Veamos tres casos muy recientes.
Esta semana apareció la sirenita en Copenhague cubierta por un chador negro, ocultando su cuerpecito de jovencita. La madrugada del pasado domingo apareció la Sirenita de Copenhague vestida de musulmana. La «Lille Havfrue» lleva un siglo desnuda sentada en su roca mirando al Báltico, y hace tres días los musulmanes nos han sacado de tan grave horror. ¿Qué hubiera pasado si hubiese aparecido ella desnuda a la entrada de la Meca?
Zara se disculpa ante los judíos ortodoxos por mezclar lino y algodón, informa el diario «Maariv» de Jerusalén. La empresa española Zara, popular en Israel, se ha disculpado ante la comunidad ultraortodoxa judía por haber incurrido en un grave pecado: mezclar algodón y lino en una misma prenda, algo terminantemente prohibido por el judaísmo. Los grandes rabinos lo consideran un híbrido contra natura, algo vedado por la ley judía «halajá», como cruzar animales de distinta raza. Lo mismo se prohíbe también a las plantas.
Dimite también este domingo la Ministra de Turismo de Pakistán, por haber dado un abrazo en público. Nilofar Bakhtiar, presentó el día 20 su dimisión, según la Informa el periódico pakistaní “The News”, porque esta exministra osó dar un abrazo en público a su entrenador de parapente. Tamaña tropelía contradice la ley islámica de la «sharia», que reclaman los radicales como ley impuesta a todos los ciudadanos. (“Sumaira outwits Nilofar”, By Tariq Butt: “..it had been decided that Ms Malik would replace her”).
¿Hasta cuándo seguirán chupándose el dedo los políticos? ¿Pretenden los gobernantes occidentales meternos un cubo en una esfera? ¿A quién esperan engañar? ¿No será que con tanta concesión no paramos de robustecer a los enemigos de la civilización libre enfrentados a la cultura abierta?
Como afirma mi gran amigo y Blogger Carlos Blanco, “el diálogo entre las culturas y las religiones no es algo que deba nacer, exclusivamente, de la iniciativa occidental, sino que pertenece a la esencia misma del progreso de las civilizaciones. (…) Sólo comprendiendo que las culturas y las religiones no se constituyen como entidades aisladas, sino que, como en todo lo humano, se definen en base a sus posibilidades de intercambio y de comunicación, podremos superar el fanatismo, la intolerancia y la incomprensión mutua, lacras de nuestro tiempo.”
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