UNESCO: Corrupción mundial en la educación

“La corrupción en la educación es un problema mundial”. Triste alivio: mal de muchos, consuelo de tontos. Según un informe de la UNESCO publicado el día 7 de Junio pasado, la percepción ilegal de derechos de matrícula, fraudes en los exámenes, malversaciones de fondos, licitaciones públicas amañadas y otras muchas corruptelas están socavando hoy seriamente los sistemas de educación en todo el mundo.

Este informe, editado en inglés con el título “Corrupt schools, corrupt universities: What can be done” [Escuelas corruptas, universidades corruptas: ¿qué se puede hacer?”], es el resultado de varios años de trabajos de investigación sobre el tema “Ética y corrupción” realizados por el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE) de la UNESCO.

Corrupción y enchufes en los nombramientos, recomendación y favoritismo en los accesos, amiguismo y parcialidad en las valoraciones, nepotismo y partidismo en las decisiones, injusticias y abusos consentidos, incumplimiento habitual de los horarios y desatención sistemática de las tutorías… son constantes lacras que cargan a la enseñanza, y más todavía en la pública.

El Director General de la UNESCO, Koichiro Matsuura, sostiene lo siguiente: “Esa corrupción generalizada no sólo cuesta a nuestras sociedades miles de millones de dólares, sino que socava seriamente los esfuerzos vitales encaminados a proporcionar una educación para todos. Impide a los padres más desfavorecidos que manden a sus niños a la escuela, priva a las escuelas y los alumnos de equipamientos, merma el nivel de calidad de la docencia y, por consiguiente, el nivel de la educación en general. Por último, compromete el futuro de nuestros jóvenes. Tenemos que poner barreras”.

Según el informe, la corrupción en la enseñanza superior reviste formas muy variadas: fraudes en la educación transfronteriza, universidades ficticias, títulos imaginarios y fraudes en las acreditaciones. Formulan las siguientes recomendaciones para tratar el problema de la corrupción:

- Establecer normas y reglamentaciones claras, procedimientos transparentes.

- Especificar las responsabilidades en la asignación, distribución y utilización de los recursos de la educación.

- Mejorar las competencias en materia de gestión y rendición de cuentas.
- Supervisión y auditoría del personal administrativo y otras partes interesadas en el sistema educativo.

- Facilitar al público en general el acceso a la información.
- Posibilitar la participación, la apropiación y el control de la sociedad.
- Todas las personas deben estar suficientemente bien informadas no sólo para estar en condiciones de poder detectar cualquier fraude, sino también para reivindicar todo lo que tengan derecho a exigir.

Veremos qué sucede…