El Gobierno manipula a los menores de edad, imponiéndoles sus ideoligías, absolutamente en contra incluso de los valores de sus padres. Les obliga a estudiar una ‘asignatura’ totalmente discutible, eso sí, ‘democráticamente obligatoria’ para todos, teóricamente apta para formar uniformemente ciudadanos iguales, según el ideal de modelo socialista para una sociedad igualitaria (que en los modelos anteriores maoístas, soviéticos e incluso suecos, se ha demostrado sobradamente inviable).
Sin embargo, la Religión, la católica, que desde hace treinta años vienen eligiendo entre el 75% y el 90% de los padres, esa en cambio no vale. Por el contrario, hay que impartirla fuera del horario escolar, ausente de las calificaciones, sólo para quien la elija, desprestigiándola y con toda suerte de pegas y obstrucciones… ¡cuando está aprobado y pactado, nada menos que por un tratado internacional! Y desde treinta años quedó establecido y legislado por el Parlamento.
Esta otra ‘asignatura’ busca introducir en los jóvenes, sin pedirles permiso ninguno a sus padres, contenidos ideológicos o morales impuestos, teóricamente muy democráticos y muy avanzados, pero absolutamente aberrantes, relativistas y escépticos. Hacen dudar de todo valor firme establecido, hasta de la propia autoridad de sus padres, y desprestigia todo fundamento estable.
Bastantes familias lo consideran una intrusión ilegítima en su derecho a educar a los hijos conforme a sus creencias. ¿Quién tiene aquí los hijos, sus padres, o la Vicepresidencia del Gobierno con RTV1 en deportes?
La arrogancia de Zapatero le lleva a creer que la ciudadanía es producto de un adoctrinamiento descreído y relativista, no de una educación segura y según valores fuertes. Demuestra creer que la ciencia y la madurez no son suficientes para formar ciudadanos y que sólo los autoproclamados ‘progresistas’, ‘avanzados’, ‘de vanguardia’ tienen derecho a decidir qué es la ciudadanía, pero no así el resto, que somos retrógrados, desfasados, tradicionales y carcas. Y eso, ¿me lo tengo que creer? ¿Dónde está el razonamiento? ¿En los maravillosos resultados de las ‘parejas’ de hecho, que abarrotan las secciones de sucesos?
Además, este gobierno predica teorías, que desdice en la práctica. La competencia de legislar sobre la educación está conferida a las comunidades autónomas. La propia ley hace posible una fragmentación absurda de sus contenidos, en diecisiete criterios distintos, a uno diferente por cada autonomía. ¿Cataluña y Euskadi van a enseñar sobre los derechos ciudadanos lo mismo que Extremadura y Murcia, cuando sus Estatutos sostienen soberanías nacionales contradictorias? Madrid, por ejemplo, rechaza la misma asignatura como tal.
¿Y es ése, ZP, el ‘orden’ ciudadano que pretendes tú imponernos? Venga, hombre, relájate y descansa, piensa un poco más despacio, que te hace mucha falta.
6 comentarios:
Pedro, te aprecio, pero me parece que te excedes. Estás en tu derecho de expresarte a favor o en contra de lo que creas conveniente, así se recoge en la Constitución. Lo que no me parece adecuado es que viertas comentarios que no sabes si son fundados o no y menos si con esos comentarios tratas de acusar veladamente de algo (a mí, particularmente, me trae muy al pairo la vida sentimental/sexual de las personas que no soy yo) que no constituye delito. Es una falta de respeto a tus lectores y a la profesión periodística. Me da la sensación de que te has dejado llevar por el arrebato (que, como veo, ya dura varias semanas), a tenor del tono en el que escribes. Supongo que te estarán llegando mensajes en contra y que en ocasiones resultarán hasta ofensivos, pero es algo que debes estar dispuesto a aceptar cuando opinas sobre temas polémicos.
Sé que tienes buen fondo y por eso espero que rectifiques, porque sé que eres capaz de ponerte en el lugar de otras personas, que eres razonable y sé que no te gustaría que contigo hicieran lo mismo. Un abrazo, Marina
Soy una lectora habitual de su blog, y aunque el artículo me parece discutible (como tantos otros que escribe sobre Zapatero y sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía), lo respeto como opinión libre que es, sin embargo, la puntillita de la vicepresidenta del Gobierno y la presentadora de Depotes de TVE, no tiene nombre...
Pedro, soy Alberto (demasiado alumno tuyo). Sabes que respeto profundamente todas las opiniones y, aunque no me parezca el foro más adecuado, tienes pleno derecho para publicar las tuyas en este blog. Sin embargo, desde mi modesto punto de vista creo que has perdido el norte en las últimas semanas. En tus post más recientes has utilizado sin sentido las descalificaciones personales , símiles ridículos y chascarrillos propios de "Aquí hay tomate" para criticar una decisión política sobre la que no pareces estar demasiado informado. Un saludo, amigo.
Pedro, yo también te aprecio tras haber sido alumna tuya y por todo lo que haces por nosotros, pero tampoco estoy de acuerdo con el artículo. Eso es lo de menos, porque está bien que haya diferentes opiniones, pero no está bien que te metas en la vida de nadie para argumentar, y con esto sabes ya seguro que me refiero a María Teresa Fernández de la Vega y convertir un rumor en una verdad.
Pedro, fuiste profe mío de empresas y ya te veía rarillo. Meter con calzador lo de la vicepresi (pedazo de tia lista donde las haya) y la María, resulta bastante cutre y de tinte fascistoide. En mi opinión, este tipo de comentario q intenta ser graciosote no muestra si no los complejos del sector ultraderechista q aún queda por estos lares de dios..
Y esa es la parte q mas me pirra de los radicales ..que no viven, pero encima no dejáis vivir al resto..esq tiene narices
De momento, a educación y respeto..ya te llevan una buena ventaja ambas dos..
Tris Tras
Como los demás comentaristas, he sido alumno tuyo y te aprecio. Y como ellos también creo que te excedes.
Primero porque los valores cívicos y, sobre todo, los éticos no tienen por qué relacionarse a una religión y sí a la educación (mejor con mayúsculas EDUCACIÓN) y más la pública. Aunque yo soy de los que abogan porque las enseñanzas religiosas se saquen de la escuela, lo cierto es que no va a ser así, la asignatura de religión se seguirá impartiendo y la Iglesia Católica seguirá teniendo el poder que tiene sobre unos funcionarios, los profesores de religión, a los que pagamos entre todos. E igual que se darán clases de religión católica creo que deben de recibirlas los musulmanes o evangelistas, en igualdad. Repito, para mí tanto unas como otras deberían de estar fuera de las escuelas.
Y por otro lado, que la asignatura de Educación para la ciudadanía (o como se venga a llamar) al igual que otras muchas homólogas que se imparten en Europa, es, a mi modo de ver, un gran avance. Sobre todo para que aquellos cuya única formación sea la obligatoria, que tengan las nociones básicas de Derecho (que viene a ser eso) que todos compartimos. Y si además se enseña civismo, y una ética no adscrita a ninguna religión, mejor.
Que se puede instrumentalizar, pues podría. Pero recordemos que los contenidos han de estar consensuados con Europa y, además, la Educación también es competencia autonómica. Vamos, una serie de controles que me parece bastante garante.
Cualquier asignatura se puede pervertir. Hay profesores de biología que enseñan creacionismo. Confiemos un poco más en el buen seso de los educadores y de los responsables de vigilarlos.
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