Blanca Díez Ponce, objetora contra “Educación para la ciudadanía”, se niega a estudiar esa asignatura. Con sus 16 años, se declara objetora de conciencia. Es alumna de Primero de Bachillerato en Montessori, un centro privado y laico de Madrid. El estado le reconoce el derecho a la huelga como estudiante, sí, pero parece que no le da para tanto con la objeción de conciencia.
Afirma Blanca: "Objeto porque quiero y porque puedo. Considero que a mi no me come el coco nadie, ni mucho menos el Estado. Creo que hay cosas que uno debe aprender en casa y no en el colegio, por que si no, ¿para que sirven los padres?" (20 Minutos)
Un ideólogo afín al régimen actual, José Antonio Marina, profesor de Educación para la Ciudadanía, cuestiona muy convencido la "capacidad jurídica" de Blanca para declararse objetora a la asignatura, porque "no hay justificación alguna" y porque "el derecho de los padres a educar a sus hijos no es un derecho absoluto".
Claro está -por el interés te quiero, Andrés-, que el señor Marina es precisamente el autor de uno de los primeros libros de texto publicados de “Educación para la Ciudadanía”, de ediciones Santillana, del nada sospechoso grupo PRISA, y se le ve disgustado porque cundan precedentes que le hagan perder ventas, en el suculento negocio editorial.
Ya se ve que aquí vale todo, pero ¡ojo! según quien seas. Libertad de pensamiento, sí, pero sólo la mía, que es la guay, avanzada y progresista, porque la tuya es perversa, fascista y retrógrada.
3 comentarios:
Hola Pedro,
la verdad, no entiendo el revuelo acerca de esta asignatura. ¿Tienes algún enlace que aporte más información?
Resumiendo y simplificando, se trata de otra genialidad de Zapatero-ZP, 'moderno' y 'audaz', que pretende ideologizar con sus comidas de coco a toda España.
Ha impuesto esta asignatura obligatoria alos menores de edad, abusando y sin pedir permiso a nadie, arrasando con los principios y creencias mayoritarios de toda la población civil española.
Su "religión" civil, sí que es obligatoria, y también el temario, así como los libros que impone, como "Alí Babá y los cuarenta maricones", con sexo explícito en cómics.
Si eso mismo lo intenta obligar cualquier gobernante en un país civilizado, lo enchironaban de por vida. Aquí no, lo más seguro es que la clase política le suba al carro de la Cibeles en la Castellana al loco pirado éste, por 'abrirnos los ojos' del poco sexo que estábamos educando a los niños.
Seguiremos hablando de esto, Carlos.
Comentas, Carlos, que el estado debe facilitar la enseñanza de los valores constitucionales y jurídicos, junto con los morales, ahora que hay tanto inmigrante.
Correcto. Pero puntualizo:
1.- "Facilitados", no significa "impuestos", como amenaza la ministra de educación a quien se atreva a objetarlos.
2.- "A los inmigrantes", pero no a los que llevamos dos mil años en la piel de toro, como si fuéramos analfabetos.
3.- Si es verdad que el estado es tan valiente para educar, yo creo que lo lógico después del 11-M y el 11-S es que comience por instruir al millón de musulmanes que puebla España, explicándoles cómo valoramos aquí la ablación, los eunucos, la poligamia, la guerra santa, el harén, el trato discriminatorio a los infieles, la venta de esclavos cristianos en Sudán, la prohibición de otras religiones en Arabia Saudí e Indonesia y otros estados islámicos, la imposición de la Saria en Nigeria y demás países musulmanes, la lapidación de las mujeres violadas, los mártires de Alá, el velo y el burka, etc.
Sobran miles de alumnos para enseñar, y sobran temas candentes para educar. Vamos, creo yo.
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